Estreno en España: 15 de Junio de 2012.

Años 60. La huida de dos jóvenes amantes de su pueblo natal lleva a sus familiares y amigos a salir en su búsqueda. Así, quedarán de manifiesto viejos rencores y ocultas relaciones románticas entre algunos de los personajes que participan en la búsqueda.

Director: Wes Anderson
Reparto: Bruce Willis, Owen Wilson, Edward Norton, Bill Murray, Tilda Swinton, Frances McDormand, Harvey Keitel, Jason Schwartzman, Bob Balaban, Kara Hayward, Chandler Frantz, James Wilcox, Jared Gilman, Gabriel Rush, Lucas Hedges.

CRITICA

Reinos fugaces

Vuelve Wes Anderson a nuestras pantallas tres años después de Fantástico Sr. Fox y lo hace para ofrecernos una obra genuina, fresca, original y llena de estilo, trasladándonos con ella a un universo igualmente peculiar, un mundo propio como es aquel que imagina la mente de cada niño. Ese pequeño espacio de tiempo fugaz, que pasa en un suspiro y que no vuelve nunca más, y que los protagonistas de este reino entre el cielo y el mar no están dispuestos a dejar pasar como si nada. Y así, el director convierte su película en una gran aventura, una visión cómplice y honesta sobre lo que significa el primer amor, llena de diversión pero también triste, con encanto, corazón y una melancolía que late en esos dos preadolescentes que reflejan el intento de escapar con todas sus fuerzas de aquello que nos espera cuando abandonamos la niñez, de crear un mundo para ellos solos y de conservar ese lugar único que nos pertenece y que solo existe en nuestra infancia.

La historia enamora por completo desde su maravilloso comienzo, acompañado de esa música (la banda sonora es de órdago) que suena en un tocadiscos mientras unos niños juegan en esa habitación que parece directamente sacada de una casa de muñecas. Hay muchas cosas en la película de Anderson. No solo nos habla de la infancia como momento único, o del primer amor comprometido y sincero, sino que también da cabida a los adultos, con su propio universo también, en este caso lleno de mentira, decepción y frustraciones en el que esos chavales no quieren vivir, rechazando algo en lo que no quieren terminar convirtiéndose. Sam y Suzy, los jóvenes protagonistas de esta historia (interpretados por Jared Gilman y Kara Hayward, una delicia ambos), dan vida a unos personajes llenos de miedos e imperfecciones que están intentando definir sus personalidades en este momento de sus vidas, mientras descubren un primer amor lleno de detalles maravillosos (las cartas, los pendientes, el equipaje de Suzy y su sombra de ojos, el arca de Noé, las lecturas nocturnas en la playa con las que se trasladan a otros mundos también llenos de aventuras). Dos personajes solitarios que sienten que no encajan en ninguna parte y que ven la luz cuando se conocen, al sentirse parte de algo importante y eterno creando ese espacio que encuentran en una playa solitaria, donde son únicos y especiales y donde nadie más tiene derecho a entrar. Mientras, lucharán con todas sus fuerzas contra aquello en lo que no se quieren convertir, porque decepción es lo único que ven reflejado en el rostro de los adultos.

Aunque la película esté más centrada en la pareja protagonista, los adultos no se quedan atrás y el resto del reparto es simplemente magnífico, todos comprometidos y dispuestos a disfrutar de la aventura. Y ahí tenemos a Bill Murray (puede que un poco desaprovechado) y Frances McDormand, viviendo un matrimonio en las últimas; Edward Norton en un personaje absolutamente genial (la presentación del campamento es fantástica) como jefe de los Scouts y un excelente Bruce Willis en un papel envuelto en cierta pesadumbre capaz de enternecer a cualquiera. Hasta los pequeños papeles de Tilda Swington o Jason Schwatzman son capaces de quedarse en nuestro recuerdo con tan solo un par de escenas. Las notas de comedia son sutiles pero con una gracia especial y no nos podemos olvidar llegados a este punto del divertido personaje de Bob Balaban, como una suerte de cronista con toques de meteorólogo. Y si los personajes son un acierto total no lo es menos esa música compuesta por Alexander Desplat y la utilización de temas como “The Young Person’s Guide To The Orchestra, Op. 34” que son una maravilla absoluta y que encajan a la perfección con el estilo narrativo, los personajes y con la película en su conjunto.
Moonrise Kingdom es una película mágica. Cómica y triste al mismo tiempo, capaz de enamorar con cada minuto que nos ofrece y de dejarnos un buen rollo en el cuerpo para varias horas. Con un guion que desborda originalidad e imaginación y que consigue adentrarse en nosotros y perdurar, Wes Anderson ha creado un cuento en el que dan ganas de vivir y volver a ver una y otra vez. El director pretende implicarnos tanto como él lo está y que nos quedemos a su lado, al lado de unos personajes perdidos que están buscando un lugar al que pertenecer en el mundo. Pues lo ha conseguido, por aquí ya hemos caído rendidos a sus pies.

Lo mejor: Todo, es maravillosa..
Lo peor: Nada destacable.

Nota: 9

Crítica escrita por: Bea Varela

1 Comentario

  1. Tienes razón, los niños muchas veces quieren escapar del mundo de los mayores, pero es precisamente por el papel que les toca en esa función teatral y políticamente correcta que es la sociedad, el de bebés, cuando en realidad son ya personitas. El personaje de Edward Norton al menos los trata como adultos. Las conversaciones de los dos adolescentes fugados son geniales, una parodia del cine romántico "adulto".
    Te recomiendo "Kiseki" de Koreeda, por si no la has visto

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