Estreno en España: 30 de Septiembre de 2011.

Johnny Marco (Stephen Dorff) es un actor de primera línea con perfil de chico malo, que tropieza por una vida llena de excesos. Vive en el legendario hotel Chateau Marmont de Hollywood, se pasea en su Ferrari y sus días son una neblina de alcohol, mujeres y fans. Arropado en esta celebridad inducida por un mundo artificial, Johnny ha perdido todo sentido de su verdadero ser. Hasta que un día, su hija de 11 años, Cleo (Elle Fanning), fruto de su fracasado matrimonio, se presenta en el hotel inesperadamente y comienza a ser su ancla con la realidad. Sus encuentros hacen que se enfrente a la cuestión de dónde se encuentra en su vida y a la pregunta que todos debemos afrontar: ¿qué camino tomarás en ella?

Director: Sofia Coppola
Reparto: Stephen Dorff (Johnny), Elle Fanning, Michelle Monaghan, Benicio del Toro, Laura Ramsey, Robert Schwartzman, Alden Ehrenreich, Paul Vasquez, Chris Pontius, Caitlin Keats.

Web Oficial: www.somewherethemovie.com

Trailerde la película:

CRITICA

Hijos de Hollywood

Una de las grandes habilidades de Sofia Coppola en su trabajo como directora es saber utilizar esos planos largos y con cámara fija que son ya característicos en ella, para que nos fijemos en cosas tan aparentemente triviales como las que muestra en pantalla y plasmar así a personajes víctimas de fuertes crisis existenciales, que van vagando por el mundo sin saber muy bien hacia donde se dirigen. En el caso de Somewhere, ya nos lo dice todo con la secuencia que abre la cinta, con la que define a su protagonista. Y acompañando su particular manera de filmar e iluminar las escenas están sus guiones, de los que se sirve para dar forma a esos seres solitarios, atrapados en el aburrimiento y el hastío, esos hombres y mujeres perdidos dentro de sus propias vidas que buscan la manera de despertar de ese aturdimiento mental que les domina.

En Somewhere, por tanto, nos encontramos al personaje de Johnny Marco (Stephen Dorf), actor exitoso en el trabajo pero insatisfecho en lo personal, que pasa sus días entre fiestas y striptease privados en el legendario Chateau Marmont de Los Ángeles. La puesta en escena del día a día de una estrella del cine es asombrosa y precisa, bañada por esa melancólica y decadente luz californiana e impregnada de una gran dosis de ironía y surrealismo, la que sin duda rodea las vidas de los actores en muchas ocasiones. La directora consigue reflejar de forma certera un espacio que es lugar de paso pero también hogar para sus inquilinos y que será escenario de un encuentro de importancia vital para el protagonista.

Sofia Coppola logra, a través de esa observación de personajes a la que nos invita, que conozcamos perfectamente la situación emocional por la que atraviesan, y con la aparición de Elle Fanning en escena (estupenda, fantástica, cualquier calificativo se queda ya corto para esta joven actriz) nos ofrece además una pincelada de su propia infancia. Experta como es en contar historias de personajes femeninos jóvenes atrapados por su propio destino y en un estado perpetuo de tedio, en este caso le toca el turno a Cleo, quien nos mostrará a través de sus actos y de las conversaciones cotidianas que tiene con su padre, al que casi no conoce y con el que mantiene una relación entre la complicidad y el reproche, lo que es ser una niña en un mundo que sólo le ofrece soledad y vacío. Y la película refleja muy bien eso mismo, la nada, el vacío existencial, el aburrimiento, la falta de motivación, los días que pasan y son todos iguales y al espectador se le hace completamente creíble.

Otro punto muy destacable del film, junto a las interpretaciones de Stephen Dorf y Elle Fanning, es el sentido del humor del que está impregnada toda la cinta. Los personajes resultan simpáticos y hay unas cuantas escenas remarcables, como la del ascensor o la rueda de prensa de la que Johnny es protagonista, pasando por las divertidas conversaciones que mantienen Cleo y Sammy (Chris Pontius), y es en estos momentos cuando los sentimientos que se tienen por ellos son una mezcla entre la compasión y el cariño.
Sofia Coppola nos cuenta con ternura la historia de dos personajes que están tan unidos como distantes, llenos de insatisfacciones y problemas de comunicación, pero que intentan seguir hacia delante en la búsqueda de sí mismos. Y aunque el final carezca de la fuerza y vitalidad esperada y resulte algo forzado, la directora continúa regalando una potente mirada hacia el universo interior de las almas que pueblan sus obras.

Lo mejor: El reflejo del vacío que sienten sus personajes.
Lo peor: Un final sin suficiente emoción.

Nota: 7

Crítica escrita por: Bea Varela

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