Estreno en España: 7 de Septiembre de 2012.

Una señora mayor sufre terribles dolores cuando su casa se incendia. Ya en el hospital sólo consigue balbucear lo mucho que odia “la caja”. Días después en el jardín de su casa se celebra un mercadillo. La pequeña Emily y su padre compran “la caja” y se la llevan a casa. A partir de este momento, extraños sucesos empiezan a pasar: la casa se llena de bichos, la pequeña cada vez tiene peor aspecto, las ratas atacan a uno de sus profesores… El padre sospecha que la caja tiene algo que ver y visitan a un rabino que les dice que “la caja” contiene un espíritu demoníaco que consumirá a su hija a menos que consigan devolverlo a la caja mediante un exorcismo.

Director: Ole Bornedal
Reparto: Jeffrey Dean Morgan, Kyra Sedgwick, Grant Show, Madison Davenport, Natasha Calis, Agam Darshi, Quinn Lord, Rob LaBelle, John Cassini, Nana Gbewonyo, Erin Simms, Jim Thorburn, Amanda Dyar, Matisyahu, Anna Hagan.

Web Oficial en español: www.thepossessionlapelicula.com
Web Oficial: www.thepossessionmovie.com

Trailers de la película:

CRITICA

Sin novedad en el frente

En un subgénero tan desgastado como el de las posesiones demoníacas es difícil atraer al público afín con un producto que incluya algún aspecto novedoso y sacie las ganas de pasarlo bien a base de buenos sustos, suspense y las dosis necesarias de terror. Con producción de Sam Raimi, en su día director de culto gracias a títulos como Posesión Infernal, y guion de Juliet Snowden y Stiles White, responsables de Boogeyman y Señales del futuro, The possession (El origen del mal) tiene esa coletilla que tanto les gusta a los productores de ‘basado en un hecho real’ (en este caso, una caja que perteneció a un superviviente del Holocausto) como si esto fuera garantía de una historia con más calidad o peso argumental, cuando no deja de ser la misma historia de siempre, sin sorpresas. Cambian los equipos técnicos pero el resultado es básicamente idéntico a montones de cintas sobre exorcismos.

En The possession (El origen del mal) hay pocos elementos originales, aunque sí cabe destacar una buena fotografía, una atmósfera muy conseguida en la que el director logra que se nos meta algo de mal rollo en el cuerpo, un ritmo que no aburre, un par de escenas provocadoras hacia el final y, sobre todo, una niña (Natasha Calis) totalmente creíble y que se lleva el honor de ser lo mejor del reparto. La historia comienza bien, ya que cuida de mostrarnos detalles de una familia desestructurada a causa de un divorcio, sentimientos de culpabilidad por parte del padre (el personaje de la madre está más desdibujado) y las maneras de afrontar el conflicto por parte de las niñas. Sin embargo, el desenlace peca de muy tópico e incluso resulta incoherente que nadie se percate de lo que está ocurriendo en ese hospital, con el jaleo que están montando. Pero la peor parte de la cinta, y que propicia el cachondeo, es ese rabino (interpretado por el cantante Matisyahu) que se encarga de solucionarle la papeleta a esta familia, con unos métodos más bien ridículos y que demuestran una vez más lo fácil que es convertir el terror en comedia (en este caso, sin quererlo).

Aceptamos que la película sea una suma de situaciones mil y una veces vistas en cintas del estilo, desde que la década de los 70 parió a El exorcista y nos dio un título imposible de superar hasta el momento. El problema no es que los tópicos (turbar al espectador a base de niña poseída, puertas que se cierran, espejos…) del género estén, sino si funcionan o no y en este caso, nos volvemos a quedar a medias.

Jeffrey Dean Morgan cumple bien en su papel de padre afligido y le acompañan Kyra Sedgwick, en un papel bastante insulso y Grant Show, quien tiene una de las secuencias más originales de toda la película. La caja es la otra protagonista, una reliquia con una serie de misteriosas inscripciones en hebreo que contiene algo en su interior que hará que la protagonista se empiece a comportar de una forma diferente y agresiva, mientras va retrayéndose cada vez más y el conflicto va creciendo en ella y a su alrededor.
Dirigida por el director danés Ole Bornedal (autor de La sombra de la noche, thriller que protagonizaba Ewan MacGregor y que era un remake de su propia ópera prima El vigilante nocturno), The possession (El origen del mal) se convierte en una cinta de exorcismos en forma de metáfora del divorcio y sus consecuencias en los hijos, lo que le da una base a la historia al menos interesante y decente y que contiene alguna escena a tener en cuenta. Pero es un terror tan light como la mayor parte de cintas de género que llegan a las carteleras y de formato tan predecible y de manual como cabía esperar, que simplemente hace pasar un rato entretenido a base de clichés y retales cogidos de muchas otras, consecuencia de un guion que no tiene nada más que ofrecer.

Lo mejor: La niña lo hace muy bien.
Lo peor: Las escenas al final con el rabino

Nota: 5,5

Crítica escrita por: Bea Varela

2 Comentarios

  1. El rabino no creo que sea ridiculo ni gracioso para nada, ya que en el judaismo se actua asi. Otras escenas me parecen mas ridiculas como la de la morgue o la de la resonancia. Por lo demas, pienso igual

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