Estreno en España: 24 de Febrero de 2012.

Basada en el libro sobre las memorias de Colin Clark (Redmayne), donde se relatan los problemas que tuvo Laurence Olivier (Kenneth Branagh) con Marilyn Monroe (Michelle Williams) durante el rodaje de la película “El príncipe y la corista” (1957). Dench se pondrá en la piel de la veterana actriz Sybil Thorndike, mientras que Watson encarnará a Lucy, una asistente de vestuario que tiene un breve romance con el citado Clark (de hecho, sus escenas las filmará en apenas unos días para de esta forma no faltar a sus clases universitarias). Cooper será el productor Milton H. Greene y Jacobi dará vida a Owen Morshead, un bibliotecario real.

Director: Simon Curtis
Reparto: Emma Watson (Lucy), Michelle Williams (Marilyn Monroe), Kenneth Branagh (Laurence Olivier), Dominic Cooper (Milton Greene), Judi Dench (Dame Sybil Thorndike), Toby Jones, Derek Jacobi, Dougray Scott (Arthur Miller), Julia Ormond (Vivien Leigh).

Web Oficial en español: www.misemanaconmarilyn-lapelicula.es
Web Oficial: myweekwithmarilynmovie.com

Trailers de la película:

CRITICA

El deslumbrante brillo de Michelle Williams

Michelle Williams tiene una de esas carreras diferentes, una poco conocida para el gran público y que ha ido construyendo escogiendo papeles en cintas de corte independiente en su mayoría y que, sin llamar mucho la atención, han formado la esencia de una actriz que, sin duda, alcanzará grandes metas. Y es en su encarnación de Marilyn Monroe, donde la intérprete termina de confirmar el gran talento que posee.

La actriz da tantísimos matices a su personaje, sin caer nunca en la simple imitación, que parece que estemos ante la verdadera Monore, una joven de 30 años insegura, tímida, de compleja naturaleza, un animal dañado que odiaba tanto como deseaba la vida que tenía y que manejaba su popularidad a base de alcohol y pastillas que la ayudaban a no estallar en mil pedazos. La jovial risa de Williams hipnotiza al espectador, su mirada seductora desarmará a algunos y su fragilidad y tormento nos obligará a intentar comprenderla y, como su compañero de reparto, querer consolarla. A esa mujer bellísima que no creía en su talento, caótica tanto en el plano laboral como en el personal (por aquella época vivía un atormentado matrimonio con Arthur Miller) y que solo cuando de verdad se dejaba llevar por sus naturales instintos interpretativos lograba brillar con luz propia, y como ninguna otra, bajo focos y claquetas. Eddie Redmayne acompaña a la actriz como Colin Clark, chico para todo en el rodaje y personaje enamorado de la artista en el que ella ve a un verdadero amigo y es bajo el prisma y recuerdo de Clark desde el que está narrada la historia (basada en su propio libro) siendo el actor el mayor lastre de la cinta, pues le falta carisma para interpretar a un personaje tan protagónico y con tantas escenas en las que lo único que nos interesa es Michelle Williams.
La película está centrada en un corto período de la vida de Monroe, durante el complicado rodaje en 1957 de El Príncipe y la Corista, y en el que se dejan ver las disputas diarias entre Sir Lawrence Olivier, interpretado por un estupendo Kenneth Brannagh, y Marilyn Monroe (dos personas totalmente incompatibles) a quien contrató para reforzar su propia imagen y cuyo estado de indignación (divertido en muchas ocasiones) hacia una mujer a la que no entendía se veía aumentado por las continuas repeticiones de tomas y el olvido de frases de la actriz, momentos que Richard Curtis consigue plasmar muy bien, así como la lucha de egos que se vivía en plató en todo momento. Y aquí tenemos la verdadera e interesante trama de la película, por encima de la historia entre Colin y Marilyn, la cual nos sirve únicamente para profundizar algo en el personaje de ella.

Si la cinta logra tocar la fibra del espectador será, sin duda, gracias a la interpretación de Michelle Williams que está totalmente fascinante y creíble en su papel y, sin la cual, la historia tendría mucho menos interés y que sirve para dar a conocer a un personaje del que se puede sacar mucho partido, infinitamente popular pero desconocido todavía para muchos. Sin embargo, a la película, llena de luminosos colores y que cuenta con una delicada y preciosa banda sonora obra de Alexandre Desplat, le falta algo para ser redonda y es que los pasajes entre los dos protagonistas no convencen, lo interesante sigue siendo el carácter de la actriz, sus reacciones, su matrimonio con Arthur Miller (relación sobre la que se pasa de puntillas), y el hecho de estar narrado desde el punto de vista de Colin Clark, nos deja en muchos momentos importantes como simples espectadores por lo que sin duda, a la película la salvan, además de la maravillosa interpretación de Williams, sus escenas en plató junto a Kenneth Brannagh.
Mi semana con Marilyn, es una cinta que brilla gracias a la maravillosa interpretación de Michelle Williams, que da vida a Marilyn Monroe de forma magistral, pero que carece de la suficiente fuerza en el desarrollo de su historia para convertirse en una gran película, y hacerla así, tan imborrable como el icónico personaje que retrata.

Lo mejor: Michelle Williams, ella es la película.
Lo peor: Su historia con Colin Clark es interesante solo a veces
Nota: 6,5

Crítica escrita por: Bea Varela

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