Asustada y confundida, Florence está dispuesta a llegar al fondo de la cuestión y decide quedarse en el internado durante las vacaciones de Navidad acompañada únicamente de la enfermera que solicitó su colaboración (Imelda Staunton), un niño cuyos padres no pueden hacerse cargo de él durante las vacaciones (Isaac Hempstead-Wright) y el profesor Mallory, quien tras luchar en la Gran Guerra vive perseguido por la culpa y las visiones del pasado. A medida que los lazos con Mallory se estrechan y la soledad que comparten alimenta su atracción mutua, juntos reúnen fuerzas para plantar cara a sus demonios.
Director: Nick Murphy
Reparto: Rebecca Hall (Florence Cathcart), Dominic West (Robert Mallory), Imelda Staunton (Maud Hill), Lucy Cohu, Diana Kent, Richard Durden, John Shrapnel.
El cazador cazado
El personaje protagonista está bien elaborado y tiene matices interesantes. No es tan sólo la típica chica que se pasa toda la película dando grititos y con los ojos abiertos como platos por el espanto (aunque en algunos momentos sí que recurrirá a ello). Catchart se presenta a si misma como una mujer de ciencia que dedica su vida a acabar con las supersticiones pero, a la vez, vemos en ella un deseo que pretende ocultar de que haya algo más allá.
La película se sitúa en la época posterior a la guerra mundial pero aporta una mirada original de ésta. La presenta como un campo de cultivo de falsos espiritistas que abusaban de todos aquellos que buscaban consuelo después de perder a familiares y amigos en los conflictos armados y en las epidemias de gripe que azotaron Europa. En este marco el objetivo de la protagonista adquiere mayor relevancia y sentido.
Rebecca Hall es capaz de meterse en la piel del personaje principal y hace una convincente interpretación que se ve arropada por dos buenos secundarios Dominic West e Imelda Stauton. Los tres actores darán vida a esta historia de fantasmas de corte clásico con una buena fotografía e iluminación y el típico, aunque efectivo, caserón imponente y escalofriante como escenario de fondo.
Lo menos atractivo del film es su final, un giro que nos da una sensación clara de déjà vu. Es una lástima porque deja una sensación agridulce que no se corresponde con el resto de la película, que mantiene un nivel muy por encima del de su desenlace.
Es efectiva como thriller clásico de fantasmas y nos brinda algunos momentos realmente escalofriantes. En la película Rebecca Hall cautiva a la cámara y al espectador aprovechando una historia que da bastante de si misma y que resulta intrigante y atractiva.
Lo mejor: Rebecca Hall demostrando que es capaz de soportar el peso de papeles protagonistas.
Lo peor: Un desenlace que ya tenemos algo visto.
Nota: 7
Crítica escrita por: Elena Zafra