Estreno en España: 9 de Noviembre de 2012.

Empieza el año escolar. Germain (Fabrice Luchini), profesor de francés, corrige los deberes de sus nuevos alumnos. Es desastroso. Sin embargo, un chico que prefiere sentarse discretamente en la última fila, “desde donde se puede ver a los demás”, demuestra tener un afilado sentido de la observación, incluso de una visión sutil. Alentado por el profesor, empieza una redacción tipo folletín, penetrando en el mundo de dos familias: una perteneciente a la pequeña burguesía, con sus esperanzas y frustraciones; y otra más cercana a la vida intelectual y artística. La realidad y la ficción se entremezclan hasta confundirse en un juego ingenioso. Pero ¿qué oscuras intenciones esconde el joven y hasta dónde llegarán sus maquinaciones?

Director: François Ozon
Reparto: Fabrice Luchini (Germain), Kristin Scott Thomas (Jeanne Germain), Emmanuelle Seigner (Esther Artole), Catherine Davenier (Anouk), Ernst Umhauer (Claude Garcia), Jean-François Balmer, Bastien Ughetto, Yolande Moreau.

Web Oficial en español: www.golem.es/enlacasa
Web Oficial: www.danslamaison-lefilm.com

Trailers de la película:

CRITICA

Como leer un buen libro

En la casa es una película casi redonda. La complejidad de su texto va más allá de lo que se plasma en pantalla y es de esas películas en las que el espectador es uno más, donde no sabe más que los propios protagonistas y que resulta ser tan fascinante como leer un buen libro, ¿qué pasará en la siguiente página? Esta es la gran pregunta que envuelve a la cinta de François Ozon, merecida ganadora de la Concha de Oro en el pasado Festival de San Sebastián y premio del jurado al mejor guion. La película parte de una obra de teatro titulada El chico de la última fila, libreto escrito por el dramaturgo español Juan Mayorga, antiguo profesor de instituto, y que intenta reflejar en su trabajo dos ámbitos de la vida en los que se desarrolla el ser humano, donde sufrimos y somos felices, aprendemos y evolucionamos, como son la familia y la escuela. La maravillosa adaptación libre del director francés, toma la esencia de aquélla y según sus propias palabras, la hace suya, para convertirla al lenguaje cinematográfico, pero siempre manteniendo lo que estaba en la obra original: la pasión por la creación, la inspiración del escritor y la complementación de dos seres que son fondo y forma del mismo arte, el arte de la literatura.

La película es, además, un homenaje al cine, con ciertos elementos que el espectador reconocerá en ese plano final, pero también en toda la esencia del filme y nos invita a nosotros mismos a ser como Claude, el protagonista, seres curiosos que observamos el mundo que tenemos alrededor, para analizarlo y transformarlo a través de nuestra particular mirada. Y es una de las relaciones profesor-alumno más atractivas y cautivadoras que se han visto en pantalla, siempre desafiante e inteligente, porque si algo tiene este guion, es un conjunto de batallas dialécticas entre sus dos peculiares protagonistas que no tienen desperdicio, que provocan también al espectador, que se sorprende, enfada, maravilla, conmueve y un sinfín de sentimientos más, mientras observa pasar las páginas de estos escritos en hoja cuadriculada y mano descarada de adolescente. La radiografía de los personajes es profunda y compleja, desde los ojos de Claude conocemos a la familia de Rapha, que sirve a su vez como excusa para adentrarnos en la mente insondable de este chico y en la vida laboral y conyugal de su profesor, donde las interpretaciones de estos dos actores elevan la película a las alturas. Ernst Umhauer se mueve entre lo conmovedor y lo malicioso, entre la ternura y la seducción, inteligente y cruel. Claude es un personaje ambiguo, al que el director ha sabido imprimirle una aureola de misterio alrededor de su situación familiar, que nos hace preguntarnos durante todo el metraje cómo vive, dónde, cual es su historia.

En el caso de Frabrice Luchini, es el profesor de mediana edad cansado de dar clases a unos estudiantes poco interesados en aprender, que encuentra en este alumno y en sus textos una nueva forma de inspiración, de utilizar sus conocimientos para ayudar a este chaval a desarrollar su talento. Un desafío mental, luz entre tantas sombras. Kristin Scott Thomas es otro personaje fundamental, y es como un espectador más, que también se ve involucrada en este apasionante duelo, aderezado todo con grandes dosis de comedia gracias a su faceta de galerista de arte moderno. Y ambos, marido y mujer, se descubren de la noche a la mañana arrastrados sin remedio por el relato atrevido y provocador del chico, indagando y desmenuzando en cada capítulo la obra que tienen ante si, una crítica a la clase media o algo todavía indefinible incluso para el autor. Y todos estos elementos ayudan a convertir esta cinta en una comedia dramática mordaz con momentos muy divertidos y surrealistas donde, por otro lado, la avispada narración también nos conduce hacia unos derroteros en los que es fascinante descubrir cómo somos incapaces de saber si lo que estamos viendo es realidad o ficción, lo que nos invita a examinar hasta la saciedad, como los propios protagonistas están haciendo.
François Ozon nos ofrece en En la casa un drama inteligente en el que nos incita a participar y a ser unos lectores más, para observar, indagar y descubrir todos los recovecos de esta historia. Un excelente ejercicio narrativo, con unas interpretaciones brillantes, un ritmo ágil, llena de alusiones a la literatura y sus grandes obras y también al propio cine y con el que quizá se consiga despertar la inspiración dormida de algún espectador.

Lo mejor: La lucidez del conjunto
Lo peor: Un poco reiterativa en algún tramo, pero es un mal menor

Nota: 8,5

Crítica escrita por: Bea Varela

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