Estreno en España: 14 de Diciembre de 2012.

Ali (Matthias Schoenarts) se encuentra con Sam (Armand Verduse), de 5 años, en los brazos. Es su hijo, al que apenas conoce. Sin domicilio, sin dinero y sin amigos, Ali encuentra refugio en casa de su hermana en Antibes. Allí, enseguida todo mejora, ella los aloja en el garaje, se ocupa del pequeño y el clima es agradable. Tras una pelea en una discoteca, su destino se cruzará con el de Stéphanie (Marion Cotillard ). Ali la lleva a su casa y le deja su teléfono. Él es pobre, ella es hermosa y rebosa confianza. Es una princesa. Son totalmente opuestos. Stéphanie es domadora de orcas en Marineland. Hará falta que el espectáculo adquiera tintes dramáticos para que una llamada de teléfono en plena noche les reúna de nuevo.

Director: Jacques Audiard
Reparto: Marion Cotillard (Stéphanie), Matthias Schoenarts (Ali), Céline Sallette (Louise), Bouli Lanners (Martial), Armand Verduse (Sam), Corinne Masiero (Anna), Jean-Michel Correia (Richard), Mourad Frarema (Foued), Yannick Choirat (Simon).

Web Oficial en español: www.deoxidoyhueso.es
Web Oficial USA: www.sonyclassics.com/rustandbone

Trailers de la película:

CRITICA

Carne y alma

A veces la crueldad del destino que nos aguarda golpea con fuerza sin que uno se lo espere. Pero, tras estos momentos de shock y dureza se abre ante nosotros muchas veces un camino a la redención para que aprendamos a vivir de nuevo. Esto es lo que la última película de Jacques Audiard plantea, en un intento por estudiar a dos personajes dañados y rotos por las circunstancias, duros pero frágiles en un mundo que se nos presenta frío y solitario y que intentan vivir el día a día con, en muchos casos, las emociones apagadas.

El director, especializado en un cine de dramas directos que sacuden al espectador, ha incluido aquí, además, un romance que no es tal, sino más bien el intento por sobrevivir de dos personas que encajan de alguna forma inexplicable, que simplemente se entienden y que comparten no solo la miseria que sus vidas les ha dejado, donde hay hueco para el sexo, la violencia, el amor o la desolación, sino también una luz que de repente vuelve a surgir para dejarles ver un horizonte diferente. El contraste entre ambos personajes es una de las cosas más atractivas con las que cuenta el filme, marcado sobre todo por la brutalidad en forma de indiferencia dolorosa de un personaje masculino al que Matthias Schoenaerts imprime una gran fuerza interpretativa. El tono dramático de la cinta tampoco deja de lado el sentido del humor, cosa que la hace ganar enteros, así como el uso de la cámara por parte de Audiard, que envuelve con luminosidad los paseos de los personajes, dando un toque de sensibilidad que contrasta fuertemente con las escenas más violentas.
Basada en una serie de relatos cortos del escritor canadiense Craig Davidson, la película apuesta en todo momento por desnudarse sin complejos y tanto los sentimientos como lo más puramente carnal, cobran aquí un papel muy importante. El cuerpo es un elemento usado para describir a Stephanie y a Alí, para ambos es fuente de su trabajo y para ambos es, también, algo a través de lo que se definen. Él es fuerte, bruto, frío como el hielo e indiferente a lo que ocurre a su alrededor, tanto que pone en peligro a los que le rodean constantemente, en algunos casos en el plano laboral, en otros en el físico. Y ella, es una mujer que ama su trabajo, donde encuentra su mayor satisfacción. Los dos se conocen en una situación complicada y así, esta historia se va convirtiendo poco a poco en un romance más movido por la amistad, la comprensión y un feeling especial, que por un amor romántico al uso. Los personajes están perfectamente escritos, son complejos, imperfectos, seres humanos que tropiezan de nuevo con las mismas piedras pero cuentan siempre con un toque tan realista, tan terrenal, que hace que puedan conectar con el público. Dedicado a las peleas ilegales para sacar dinero rápido (y de paso descargar esa violencia que emana de él sin control) el personaje al que da vida Matthias Schoenaerts es la brutalidad hecha hombre, siempre cruzando la línea de la ley y arrastrando a su paso a quien sea, consiguiendo que, en ocasiones, todo se desmorone a su alrededor. A través de él, también asistimos a la representación de una situación social y familiar caótica: paro, pobreza, indigencia,.. Y todo con un hijo a su cargo. Marion Cotillard está fascinante, en un papel muy complicado que la lleva de un estado de apatía, pasando por la aceptación y su particular renacer, mientras lidia con sus propios desniveles emocionales y el desánimo que le produce la situación a la que se enfrenta y la actriz es protagonista además, de algunas de las escenas más bellas, emocionantes y simbólicas que filma Audiard.

Ambientada en el sur de Francia, la luz que emana de la ciudad, sirve también como contraste para la oscuridad que asola las vidas de estos dos personajes. Los secundarios también tienen su peso específico y, a través de ellos, se construyen las diferentes relaciones sociales y familiares de los protagonistas: hermanos, hijos, amigos o compañeros de trabajo, todos tienen su importancia aquí. La banda sonora es bastante apreciable, con temas de Justin Vernon, vocalista de Bon Iver, que le dan un aire de melancolía a las imágenes y, por supuesto la bonita pieza compuesta por Alexandre Desplat. Con todo esto, la película también tiene sus fallos, sobre todo en un final algo descafeinado, unos últimos minutos que saben a poco cuando el metraje ha llegado a su punto más álgido. Aun así, es una historia a la que merece la pena acercarse, por descubrirnos sin tapujos a dos personajes en pleno proceso de cicatrización (en todos los sentidos) y complementado con unas interpretaciones para quitarse el sombrero.
De óxido y hueso es un relato de superación física y emocional, que nos gana por su franqueza y emotividad. A ratos es feroz, a ratos bella y tierna, triste pero luminosa al mismo tiempo. Y se convierte en una historia de amor más cercana a la amistad que al romance, la historia de dos personas que encajan y se necesitan y que se agarran con fuerza a las segundas (o incluso terceras) oportunidades que les ofrece la vida.

Lo mejor: Los personajes y las interpretaciones de Cotillard y Schoenaerts
Lo peor: Un último tramo algo más flojo

Nota: 7,5

Crítica escrita por: Bea Varela

1 Comentario

  1. ¡Hola! yo vi “De óxido y hueso” ayer. Es entretenida. Para mi lo mejor es como va desarrollándose el drama a través de dos personajes con personalidades tan opuestas. Marion Cotillard interpreta muy bien el papel y de Matthias Schoenaerts… tengo serias dudas de si interpreta un papel o directamente es un “empanado”…
    ¡Un saludo!

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