Estreno en España: 2 de Diciembre de 2011.

En un futuro no muy lejano los científicos han logrado parar el gen causante del envejecimiento, de modo que toda la población permanece estancada en los 25 años. Pero para evitar la sobrepoblación el tiempo pasa a convertirse en moneda de cambio, cuando llega el día y la hora la persona debe morir a manos de fuerza policial. Pero Will Salas (Justin Timberlake) ha tenido la fortuna de poder acceder a parar su reloj biológico. Él terminará huyendo de la fuerza policial corrupta conocida como ‘time keepers’ (guardianes del tiempo), responsables de salvaguardar el sistema instaurado.

Director: Andrew Niccol
Reparto: Justin Timberlake (Will Salas), Olivia Wilde (Rachel Salas), Alex Pettyfer (Fortis), Amanda Seyfried (Sylvia Weis), Johnny Galecki (Borel), Matt Bomer (Henry Hamilton), Cillian Murphy (Timekeeper Raymond Leon), Elena Satine (Jasmine), Vincent Kartheiser (Philippe Weis), Yaya DaCosta (Greta).

Web Oficial en español: www.intime.es
Web Oficial: www.intimemovie.com

CRITICA

Para algunos siempre será demasiado tarde

En los tiempos que corren, un film como In Time parece resultar más que apropiado. Temas como el Darwinismo o la ingeniería genética, introducidos en una sociedad futurista que vive ahogada por el dominio de unos pocos, son usados como medio para denunciar los abusos de poder, las injusticias sociales y para cuestionar a un sistema que lleva décadas patas arriba. Quizás ahora, debido a la situación económica global que sufrimos, el toque monetario de la cinta venga más a cuento, pero al final, no deja de ser la misma historia de siempre, el mantenimiento (y justificación) de un sistema que permita que para que unos vivan bien, el resto de la humanidad se tenga que conformar con mendigar las migajas que van dejando los demás.

Y desde la profundidad de un concepto como este, Andrew Niccol (que regresa a la dirección tras años de ausencia), elabora un argumento que durante sus 30 primeros minutos resulta original, interesante y emocionante y en el que nos introduce en una sociedad distópica, visualmente atractiva, donde el dinero ya no importa, sino en la que los seres humanos tendrán que trabajar, robar o matar para conseguir unos segundos más de vida. Muy original así mismo, que los habitantes del planeta dejen de envejecer a los 25 años, provocando situaciones entre curiosas y surrealistas, capaces incluso de despertar alguna risa que no desentona.
Sin embargo, y tras esta interesante premisa, la película va perdiendo el rumbo. Aunque se mantenga en un nivel de producto entretenido y con más o menos un buen ritmo, la historia se va convirtiendo en algo tan simple y poco sutil, que la profundidad aportada en su primera parte queda desestimada con un desarrollo demasiado sencillo y falto de energía, donde queda patente el intento del director por demostrar que su historia tiene mensaje, que es una denuncia social, pero desde luego Andrew Niccol no ha escogido la mejor manera de enfocarlo.

La historia de amor de la pareja protagonista resulta muy forzada, con unos Justin Timberlake y Amanda Seyfried que, aunque correctos, forman una pareja más bien insípida, que intenta luchar contra el sistema en pos de la justicia social pero cuya relación (que por imposible debería ser mucho más atractiva para el espectador), no termina de funcionar, la poca química entre los dos no ayuda y cuesta sentir algo por ellos. Mucho más interesante resulta la parte en la que Timberlake comparte escenas con Olivia Wilde, protagonizando uno de los momentos más intensos de toda la película y que, acompañado de la música de Craig Armstrong, consiguen poner los pelos de punta y tenernos con el corazón en un puño. Los personajes tienen pasado, incluso se intuye una conexión entre los personajes de Timberlake y Cillian Murphy, pero tampoco se desarrollan bien y algunas historias quedan sin resolver. Además, tanto la misión de Timberlake como la investigación policial que lleva a cabo el personaje de Cillian Murphy están faltas de emoción, provocando situaciones de persecución en las que no se tiene sensación de peligro o amenaza para los protagonistas.
La reflexión a la que lleva la película es de agradecer, tanto en su parte social, como en aquella que nos hace plantearnos hasta qué punto aprovechamos nuestras vidas y cómo serían en el caso de que supiéramos que se van a agotar en unas cuantas horas, pero a pesar de todo ello y de contar con una premisa tan interesante y prometedora, Andrew Niccol no sabe ejecutarla y a In Time le faltan ambición y fuerza para llegar más alto, por lo que termina transformándose en un relato algo soso y demasiado obvio, que aunque consigue hacer meditar sobre la situación socioeconómica actual, se queda a las puertas de ser una memorable obra de ciencia ficción.

Lo mejor: Las cuentas atrás de los relojes de los antebrazos.
Lo peor: Los mafiosos encabezados por Alex Pettyfer

Nota: 6

Crítica escrita por: Bea Varela

3 Comentarios

  1. Es cierto que el final es muy flojo y que va perdiendo fuerza pero su punto de partida es muy bueno, como bien dices, y yo la disfruté bastante. (Por mucho que Seyfried y Timberlake no peguen ni con cola XD)

  2. Si es que es una pena el desarrollo que tiene, a mi el principio logró engancharme y emocionarme, la escena entre Justin Timbarlake y Olivia Wilde corriendo me pareció genial, pero luego la peli me resultó muy simplona. Y no, la pareja protagonista no pega nada!! xD

  3. El planteamiento podía haber llegado más lejos,porque el guión a los diez minutos se pierde.
    La pareja de guaperas no son creíbles,ni emocionan en ningún momento.

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