CRITICA – ‘Young Adult’: Charlize Theron y la inmadurez de nuestro siglo

Estreno en España: 17 de Febrero de 2012.

Mavis Gary (Charlize Theron) es una escritora de literatura adolescente que regresa a su pequeño pueblo natal para revivir sus días de gloria e intentar reclamar a su novio de secundaria que está felizmente casado (Patrick Wilson). Cuando su regreso resulta más difícil de lo que pensó, Mavis forma un vínculo inusual con un ex compañero (Patton Oswalt) que tampoco ha superado la época de secundaria.

Director: Jason Reitman
Reparto: Charlize Theron (Mavis Gary), Patrick Wilson (Buddy Slade), J.K. Simmons (Narrador), Elizabeth Reaser (Beth Slade), Emily Meade (Camarera de Denny), Patton Oswalt, Collette Wolfe (Sandra Freehauf), Brady Smith (Date), Louisa Krause, Ella Rae Peck, Hettienne Park (Vicki Robek).

· Ficha de la película

Trailer (V.O.) Trailer (español)

Si algo se puede destacar de Young Adult es la contemporaneidad de su propuesta, una comedia que ataca donde más duele a una generación de eternos jóvenes, la más preparada de la historia, la que estudia y trabaja, se ha independizado tardíamente, huye del compromiso y la responsabilidad y cuyas relaciones amorosas son de corta duración. Aquella que también se sigue sintiendo identificada con una época de su vida y presos de la nostalgia siguen repitiendo los mismos esquemas, escuchando la misma música, negándose a avanzar y a ver la imagen que realmente les devuelve su reflejo en el espejo cada mañana.

El personaje de Charlize Theron engloba a todos los Peter panes del mundo y su genialidad radica en la mordacidad con que su personaje está escrito, las dosis extras de mala leche que contiene el guión, que no muestra casi compasión por su protagonista, y es todo ello lo que, sin duda, hacen de esta cinta la notable comedia dramática que es.

Una mujer que odia y desprecia todo lo que considera compromiso o sea sinónimo de madurez y cuyo único afán es divertirse agarrada, si puede ser, a una botella. Y todas sus inseguridades y el pavor que siente ante el devenir de su existencia la hacen vivir anclada donde más cómoda se ha sentido siempre, en su baile de graduación, en aquella época dorada en la que era la abeja reina en ese microcosmos que resulta ser un instituto y donde podía ignorar a los pardillos sin miramientos, pero sin darse cuenta de que los años han pasado para todos, que la única que sigue igual es ella y que a nadie le importa ya lo popular o guapa que era. Y así se lo intentará demostrar su contrapunto en la película, que le da la réplica perfectamente en un gran papel secundario encarnado por Patton Oswalt, que es su particular pepito grillo y compañero de juergas y con quien protagoniza las escenas más divertidas de la cinta. Completando el reparto, nos encontramos al objeto de deseo de nuestra protagonista, un Patrick Wilson representando a ese tanto por ciento de la población que entre los 30 y los 40 años tienen trabajo, coche, casa y familia.
Con Jason Reitman en la dirección y Diablo Cody al mando del espléndido guión, los dos vuelven a repetir la fórmula tras su primera colaboración en Juno (aunque él también ejerció de productor en otra película de la guionista, Jennifer’s Body), siendo en este caso una comedia bastante más ácida y rebosante de sarcasmo que la protagonizada por Ellen Page, pero que no deja de lado ese espíritu indie que tanto le gusta a este tándem, cosa que se transmite en casi todos los aspectos de la cinta, desde la elección de la banda sonora, hasta el coche o la vestimenta de su protagonista. Además, utilizan una serie juvenil que aparece en muchas escenas en las que Mavis tiene la televisión encendida y la historia que la protagonista está escribiendo como sinónimo de la etapa de la vida en la que vive atrapada, que la hace víctima de su propia inmadurez y portadora de una actitud más bien propia de cualquier adolescente cursando la secundaria.
Y así, Young Adult se convierte en una mordaz y divertida comedia de su tiempo, buen reflejo de una generación, con una espléndida Charlize Theron en una de sus mejores interpretaciones responsabilizándose de un papel de temida y eterna arpía, sobre la que la guionista (aun concediéndole algún respiro) carga las tintas sobremanera y que, sin duda, será una de las comedias más eficaces del año.