CRITICA – ‘Tú y yo’: Olivia y Lorenzo

Sinopsis: Lorenzo, un adolescente de 14 años, decide encerrarse en el sótano de su casa para pasar su semana de vacaciones lejos de todos. Quiere vivir su sueño soliptista de felicidad sin conflictos; sin molestos compañeros de clase. Quiere que el mundo, con sus reglas incomprensibles, quede al otro lado de la puerta. Hasta que un día, su hermanastra Olivia, 9 años mayor que él, irrumpe en el sótano con su frescura y vitalidad juvenil y vuelve el mundo de Lorenzo del revés; obligándole, o no, a aceptar el juego caótico que es la vida.

Director: Bernardo Bertolucci
Reparto: Jacopo Olmo Antinori, Tea Falco, Sonia Bergamasco, Veronica Lazar, Tommaso Ragno, Pippo Delbono.

La filmografía de Bernardo Bertolucci es una de las más interesantes del panorama europeo, desde que en 1962 debutara en su país de origen con La cosecha estéril. Su cine no deja indiferente a nadie: provocador y polémico desde sus inicios (sobre todo en aquellos años), dejó huella en el público en 1972 cuando dirigió El último tango en París, la que es, quizás, su obra más conocida y reconocible para la gran audiencia. Película de culto para muchos y censurada en muchos países, incluido su Italia natal, la cinta contaba una arrebatadora historia cargada de erotismo que en aquellos primerizos años 70 tampoco escapó al escándalo y que ha continuado hasta nuestros días, en parte por las vivencias contadas por María Schneider durante el rodaje. Años después al realizador italiano también le llegó el turno de tocar el cielo de la academia con El último emperador, cosechando 9 Oscars nada menos. Gustoso de los temas que toquen nuestra moralidad, en la última película hasta la que nos ocupa, Soñadores, creó un maravilloso canto a la libertad de espíritu, a los años 60, al mayo francés y a la cinefilia, donde el realizador jugaba con otro asunto también clave en su cine: el incesto. La cinta protagonizada por Eva Green también quiso, por tanto, tocar la controversia, dejando claro que su director no iba a bajar la guardia a pesar de su madurez.

Nueve años después de aquel viaje por la libertad de cuerpo y espíritu de la juventud parisina de los 60, vuelve Bertolucci otra vez a su idioma materno y en Tú y yo a una película que navega entre el atrevimiento propio del autor (el tema del incesto, la charla madre e hijo en el restaurante) o la insolencia a la que da pie narrar la vida de dos adolescentes encerrados a solas en un sótano y la ternura y sutilidad con la que el director termina reflejando a sus personajes y sus circunstancias. La historia de Olivia y Lorenzo es la del descubrimiento, la de un viaje de iniciación, de conocimiento, del otro y de uno mismo, de comprensión y aceptación. Un cuento sobre dos adolescentes que al principio se rechazan mutuamente, tanto como el propio público, pues resultan sumamente irritantes durante el primer tramo de la película, pero ¿acaso no son así los adolescentes? ¿Un cóctel de ternura e irritación? Bien es verdad que se hace más difícil empatizar con Lorenzo, un chaval de 14 años que lucha contra su falta de habilidades sociales y que, aunque las capacidades interpretativas de Jacopo Olmo le permitan ser capaz de mostrar las emociones del niño según lo requiera el guion, lo cierto es que el personaje resulta muy poco querible en un principio.

La cinta gana puntos cuando entra en acción el personaje de Olivia, a quien da vida una maravillosa Tea Falco, una soberbia y extravagante adicta a las drogas. Tú y Yo es una película de actores, en la que con un único escenario Bertolucci consigue que nos quedemos observando lo que va ocurriendo en ese sótano, la evolución de ambos. Además, los actores tienen una buena química aunque resulte difícil quedarse prendado de ellos al comienzo, pero derivan lo suficientemente interesantes como personajes para funcionar, sobre todo ella. En el lado menos positivo, hay que resaltar que la trama puede quedarse algo corta, ya que con una temática de partida tan contundente, parecía que fuera a perturbar o sorprender más y sin embargo, se queda todo el tiempo del lado del retrato intimista y tierno. Por tanto, puede que no resulte tan impactante como otras obras del director, aunque poco a poco consigue su objetivo y nos va envolviendo y encerrando entre esas cuatro paredes (realmente respiramos cuando salimos de la sala de cine al aire fresco) y cuando nos alejamos de ese sótano oscuro para ver la luz, podemos ser conscientes de la evolución que han sufrido los personajes, aunque su final no sea del todo esclarecedor. A favor también podemos destacar su magnífica y apropiada banda sonora que incluye a Red Hot Chili Peppers, The Cure y Arcade Fire, entre otros, y que elevan muchos momentos de la película a las alturas, en particular esa versión en italiano del Space Oddity de David Bowie (Ragazzo solo, Ragazza sola) interpretado por Tea Falco, probablemente la secuencia más fascinante y envolvente de todo el filme.
Bernardo Bertolucci vuelve en Tú y yo a radiografiar bajo su mirada la juventud y su película se convierte en un acercamiento íntimo a la adolescencia sin cursilerías, que transita entra la luz y la oscuridad, retratando a dos jóvenes solitarios, dos marginados sociales en el fondo, que encuentran en la mutua compañía el camino para luchar y superar sus propios tormentos vitales.