Remake de la película ‘Desafío total’ de Paul Verhoeven de 1990.
Un obrero llamado Douglas Quaid (Collin Farrel), necesita unas vacaciones de su frustrante vida, y decide acudir a Rekall, la empresa que puede transformar tus sueños en recuerdos reales, para implantarse los recuerdos de un superespia. Pero algo va mal y Quaid se transforma en un hombre buscado por la policía, que controla Chancellor Cohaagen (Bryan Cranston), el líder del mundo libre. Quaid se une a una rebelde (Jessica Biel) que lo ayudará a encontrar al jefe de la resistencia (Bill Nighty) para unir sus fuerzas contra Cohaagen.
Director: Len Wiseman
Reparto: Colin Farrell (Douglas Quaid), Jessica Biel (Melina), Bryan Cranston (Vilos Cohaagen), Kate Beckinsale (Lori), Ethan Hawke, Bill Nighy (Kuato), John Cho (McClane), Steve Byers (Henry Reed), Bokeem Woodbine (Harry), Will Yun Lee (Marek), Currie Graham (Bergen).
Web Oficial en español: www.totalrecall-lapelicula.com
Web Oficial: www.totalrecall-movie.com
Persecución total
Resulta casi incomprensible que se haga un remake de un clásico de la ciencia ficción, con icónicas imágenes grabadas en la mente de todos, para hacer algo así, donde casi lo único salvable es su estética, una ciudad futurista que está muy bien diseñada, de ambiente apático y húmedo, habitada por androides y prostitutasy los efectos especiales, que tienen algún toque de originalidad (véase el caso de los teléfonos). Pero desde luego para el que haya visto la original, ésta no supondrá una revisión de la historia a tener en cuenta. Si no la comparamos con la protagonizada por Arnold Schawarzenegger, la historia tampoco se salva y el motivo principal es que la narración nunca resulta interesante, no porque a priori no lo sea (que su material de partida, sin duda lo es) sino por como está contada, por cómo entre una escena interminable de acción y la siguiente hay unos pocos minutos en los que se le da cancha a la trama principal, para reducirla a unos cuantos diálogos totalmente vacíos y unos giros que no resultan sorprendentes ni atrayentes. No hay nada trascendente en esta nueva versión, nada con lo que quedarse, reducido todo a una acción pura y dura, escenas que el director Len Weisman rueda con acierto, pero alargadas hasta el infinito. El realizador, conocido por la saga Underworld y La Jungla 4.0, sabe, sin duda, crear peleas llenas de piruetas. Pero esto es lo único que su cinta aporta, olvidándose de exponer una trama más complicada, aderezarla con algo de humor y unos personajes más carismáticos. Aunque no pidamos un argumento absolutamente brillante en las películas de este estilo, el cine de acción no se sostiene solo con acción.
Y así, donde la de 1990 era original, interesante y muy entretenida, consiguiendo un buen equilibrio entre cine comercial e historia con trasfondo y que lograba enganchar al espectador, esta nueva versión, que difiere en algunas cosas de su precedente, apuesta todo a la acción, descuidando por completo el relato. Ningún elemento nos sorprende, ni en cuanto al personaje principal ni a sus giros argumentales, convirtiéndose en una trama sin atractivo ni elemento que logre captar nuestra atención y que, por supuesto, también es bastante previsible.
Sus eternas escenas de acción que son su gran apuesta, son precisamente el gran lastre de la cinta, y donde se da uno cuenta de que sin ellas, no queda nada en el guion. Son todas iguales: Colin Farrell escapa-Kate Beckinsale le persigue-Colin Farrell encuentra a Jessica Biel y escapan-Kate Backinsale les persigue. Y así es como el sopor se va apoderando de nosotros minuto a minuto, si te pones a mirar el reloj y vuelves después la vista a la pantalla, ten por seguro que Kate Beckinsale seguirá persiguiendo a Colin Farrell. Y en los tramos en los que no hay acción, cuatro pinceladas de argumento con dos líneas de diálogo sin nada que reseñar. Por no hablar de la absolutamente desaprovechadalabor de los personajes secundarios que se supone tendrían que tener un gran peso, a los que dan vida Bryan Cranston, al que intentan dar presencia durante toda la película y que termina siendo un papel anodino y pobre y tres cuartos de lo mismo para Bill Nighy, quienes cierran un casting del que hay poco que destacar, salvo un Colin Farrell correcto.
Por tanto, en Total recall (Desafío total) nos encontramos un sinfín de escenas de persecuciones, disparos y peleas para complementar una historia que no da más de si, una trama sin interés fruto de un guion que no tiene nada que aportar. Una película aburrida y previsible, con algún guiño a la original pero incapaz de indagar de verdad en su propio universo o de entretener al espectador, que la olvidará en cuanto abandone la sala de cine.
Lo mejor: La estética futurista
Lo peor: La acción empaña cualquier atisbo de historia.
Nota: 3
Crítica escrita por: Bea Varela