CRITICA – ‘Tiburón 3D: La presa’: Tiburones de lago vs. Universitarios sosos

Estreno en España: 4 de Noviembre de 2011.

Sara (Sara Paxton) y sus amigos viajan en barco hasta la casa del lago que tiene su familia en Louisiana. En cuanto llegan, se ponen rápidamente el bañador para pasar un fin de semana de diversión al sol. Pero cuando Malik (Sinqua Walls), una estrella de fútbol americano universitario, sale del agua tambaleándose con un brazo arrancado, el ambiente de fiesta desaparece. Nick (Dustin Milligan), un joven tímido que va a entrar en la facultad de medicina, se encuentra haciéndose cargo de la situación – practicando los primeros auxilios y comunicándole a Sara lo urgente que es llevar a Malik al hospital, al otro lado del lago.
Una vez que ya se han puesto en marcha en una pequeña lancha, se dan cuenta de que el lago está plagado de cientos de tiburones. El barco falla a mitad de trayecto, dejándoles tirados sin asistencia médica y sin forma de comunicarse, y quedan en estado de shock al descubrir que el barco ha sido saboteado. Según se van enfrentando a un horrible ataque tras otro, cada vez resulta más evidente que alguien está elaborando un plan para matarles. Sin opciones de rescate, Sara y los demás luchan para defenderse de los tiburones, buscar ayuda y mantenerse con vida el tiempo suficiente como para llegar a tierra.

Director: David R. Ellis
Reparto: Sara Paxton (Sara), Chris Carmack (Dennis), Joel David Moore (Gordon), Chris Zylka (Blake), Christine Quinn (Jess), Damon Lipari (Keith), Gill Montie, Sinqua Walls, Donal F. Logue, Joshua Leonard, Alyssa Diaz.

· Ficha de la película

Trailer (V.O.) Trailer (español)

Cuando alguien va a ver una película sobre universitarios sexys y tiburones no espera ver algo digno de un premio Óscar pero al menos quiere disfrutar viendo los cuerpazos de personajes atrevidos y divertidos y que las escenas de acción sean sangrientas y le suban la adrenalina. Si eso es lo que esperáis de Tiburón 3D: La presa, lo siento, pero vuestras expectativas no se cumplirán.

No quiero decir con esto que los actores hagan daño a la vista. El reparto ha sido meticulosamente elegido siguiendo como criterio principal y único su atractivo físico (menos en el caso del secuaz garrulo del malo y el chico “gracioso y feo” de la peli que, en realidad, no es ni tan gracioso ni tan feo). La cuestión es que todos los personajes son un poco “mojigatos” y aburridillos para formar parte de este tipo de película. El protagonista es un pobre empollón (aunque está de tan buen ver como los demás cachas) que no se atreve a expresar su amor por la coprotagonista, la típica niña mona y buena que afirma que lleva “tres años” sin “acercarse a un hombre”. Así que de locuras universitarias, en esta peli, hay más bien pocas.
Por otro lado, en lo que a vísceras y derramamiento de sangre se refiere, la película tampoco da la talla. Muchas muertes son subacuáticas y nos tenemos que contentar viendo tan sólo cómo una mancha roja tiñe las aguas. Además los ataques de los tiburones que sí que se ven tampoco son demasiado originales ni de una truculencia inusitada. Si a esto le sumamos que los tiburones no están nada logrados, la gran pregunta es, ¿a qué han dedicado los 25 millones de dólares de presupuesto?

Desde luego, no los han invertido en guionistas ya que es difícil de creer que a alguien sensato se le ocurriera la flamante idea de poner tiburones en un lago… sí, habéis leído bien, en un lago, no en el mar. De hecho, intentan justificar la presencia de los tiburones en el lago pero todo resulta bastante desconcertante y pillado con pinzas.
Quizás lo único curioso de la película sea que se crean situaciones tan absurdas que pueden resultar cómicas. Por ejemplo, uno de los personajes, a quien el tiburón ha amputado un brazo, se lanza al lago con el muñón aún sangrante y un palo en la otra mano clamando venganza contra el escualo. Por no hablar de que estos tiburones saltan como si fueran adorables delfines pero con malas intenciones. Aunque, por desgracia, parece que la película no es capaz de explotar la posibilidad que se le presenta de autoparodiarse.
En definitiva, Tiburón 3D: La presa nos ofrece personajes aburridos y sosos embutidos en cuerpos Danone y ataques de escualos que son poco originales y que podríais ver con vuestras abuelitas sin que éstas se escandalizaran.

Lo mejor: Que de tan absurda pueda llegar a hacerte soltar una risita entre irónica e incómoda.
Lo peor: Su incapacidad de aprovechar la posibilidad de autopariodiarse.