CRITICA – ‘La noche más oscura (Zero Dark Thirty)’: Tras las huellas de Bin Laden

La captura de Osama bin Laden preocupó al mundo y a dos administraciones presidenciales estadounidenses durante más de una década. Al final, un pequeño y brillante grupo de agentes de la CIA le encontró. Fue una misión llevada en el secreto más absoluto. Algunos detalles han salido a la luz, pero las partes más significativas de la operación secreta, y sobre todo el papel que jugó el equipo de agentes, se verán por primera vez en la fascinante película del oscarizado dúo compuesto por Kathryn Bigelow y Mark Boal.
La descripción de la busca y captura de Bin Laden es intensa, sin por eso dejar de ser fiel a los hechos, y lleva al espectador hasta el corazón del poder y a la primera línea de la histórica misión, que culmina en el asalto por parte de las fuerzas especiales a una misteriosa residencia en Pakistán.

Director: Kathryn Bigelow
Reparto: Jessica Chastain, Joel Edgerton, Mark Strong, Scott Adkins, Jennifer Ehle, Chris Pratt, Kyle Chandler, Taylor Kinney, Harold Perrineau, Jason Clarke, Édgar Ramírez, Frank Grillo, Mark Duplass, Stephen Dillane.

Teaser trailer (V.O.) Trailer 1 (V.O.) Trailer 1 (español) Trailer 2 (V.O.) Trailer final (español)

Con una carrera enmarcada en el cine de acción, iniciado en los años 80 con The loveless, la directora Kathryn Bigelow volvió a saltar a la palestra en 2008 con En tierra hostil (The hurt locker), cinta bélica que tenía como eje la adicción de un hombre al peligro y con la que ganó nada menos que 6 Oscars (incluyendo mejor película y director), entre otros premios. Este año vuelve a contar con el guionista de aquella, Mark Boal y sigue por la misma estela que su premiada película para traernos un ejercicio entre informativo y documental, en el que narra la operación llevada a cabo por la CIA para atrapar a Bin Laden, comenzada tras los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas.

Hay que tener en cuenta, que es su visión de los hechos según la información a través de la cual se ha documentado, puesto que han salido críticas desde varios sectores y por ello, hay que tomarla como el intento de ser lo más fiel posible a los hechos por parte de la autora. Lo que sí se puede destacar, es que la directora no se corta en reflejar las artimañas y errores de los servicios secretos americanos para conseguir sus objetivos, empeñados en atrapar a un hombre a base de saltarse toda legalidad impuesta, con chantajes, torturas y dejando en nuestra retina la evolución del personaje de Jessica Chastain, su empeño en realizar bien su trabajo pero también su inevitable erosión, una mujer que vive única y exclusivamente para completar la misión encomendada, sin encontrar mayor satisfacción que la de cumplir con su trabajo. El hecho de que Bigelow no parezca querer posicionarse con respecto a los hechos que relata, deja simplemente en nuestra mano juzgarlos como mejor nos parezca y cada espectador sacará probablemente su propia lectura. Habrá quien piense que justifica el asunto, otros que la escena final deja un poso de total insatisfacción hacia todo lo ocurrido.
El peso de toda la historia recae sobre los hombros de la actriz, quien da vida a Maya, una joven agente de la CIA que se ocupa de este trabajo durante unos 10 años. Entre los secundarios nos encontramos, entre otros, a Kyle Chandler como el jefe de la operación, con el que tendrá sus más y sus menos con Jason Clarke, compañero de Maya en el campo de batalla y el único que se plantea sus acciones en algún momento. Pequeños y mínimos detalles sobre los personajes se nos muestran.No habrá con ellos, por tanto, ningún tipo de implicación emocional, no conocemos casi nada de sus vidas, ni siquiera de la protagonista, sin pasado, sin amigos, sin familia, solo su presente y su empeño por encima de todo, de dar caza al hombre más buscado del mundo. La operación se nos expone plagada de detalles y no está exenta de torturas, aciertos y equivocaciones, pistas que llevan a errores fatales, corrupción (muy reveladora la escena en el concesionario de Kuwait) y, sobre todo, el tesón y compromiso con su trabajo de esta mujer durante los años que duró la operación.

Situada la acción entre Oriente Medio y Estados Unidos y centrada en narrar cronológicamente los hechos desde el atentado en las Torres Gemelas hasta el final de la intervención, la cinta cuenta con una palpitante parte final, que contrarresta bastante lo anterior, que es posible que a algunos les resulte soporífero.Pero sube el listón con unos 40 minutos finales cargados de la adrenalina que le falta al resto del filme (salvo contadas ocasiones) y es que Bigelow se ha guardado toda la artillería pesada para rematar su historia. Es un último tramo totalmente sobrecogedor que, unido al montaje inicial con el que se abre la película y que nos sitúa en un momento clave de la historia mundial reciente, son los aspectos más destacados de la cinta.
Durante la primera media hora, seremos testigos de los métodos que usa la CIA para sacar información a los prisioneros y la película aborta todo intento de que el espectador se pueda identificar con algún personaje, ya que ninguno de ellos sirve para conectar moralmente con el público. Bigelow, simplemente, muestra el trabajo de unas personas que han sido entrenadas para lleva a cabo este trabajo sin mostrar arrepentimiento. Y así, la directora ha querido plasmar con detalle los entresijos de una operación, plagada de confusiones y equívocos, adornándolo con buenas escenas de acción y que casa muy bien con una banda sonora sutil y escalofriante, obra de Alexandre Desplat.
La noche más oscura (Zero Dark Thirty) es un thriller que funciona en la mayor parte de su metraje como crónica periodística y documental de unos hechos confusos y difíciles de relatar. Acción, intriga y unos últimos minutos de infarto son las mejores cartas de presentación para una película que, sin lugar a dudas, provocará controversia.