CRITICA – 'Gangster squad (Brigada de élite)': Bienvenidos aGangsterland

Los Ángeles, 1949. El despiadado rey de la mafia, nacido en Brooklin, Mickey Cohen (Sean Penn) lleva la batuta en su ciudad, cosechando los sucios beneficios de las drogas, las armas, la prostitución y (si se sale con la suya) de todas las apuestas que se hagan al oeste de Chicago. Y todo esto lo hace bajo la protección, no sólo de sus matones a sueldo, sino de la policía y de los políticos bajo su control. Es suficiente como para intimidar incluso al policía más valiente y avezado, excepto, quizás, al pequeño grupo secreto de los adjuntos al Departamento de Policía de Los Ángeles, encabezado por el Sargento John O’Mara (Josh Brolin) y Jerry Wooters (Ryan Gosling), que aunaron sus fuerzas para intentar descuartizar el mundo de Cohen.

Director: Ruben Fleischer
Reparto: Ryan Gosling (Sgt. Jerry Wooters), Emma Stone (Grace Faraday), Sean Penn (Mickey Cohen), Robert Patrick (Max Kennard), Josh Brolin (John O’Mara), Giovanni Ribisi (Conway Keeler), Michael Peña (Navidad Ramirez), Nick Nolte (Bill Parker), Anthony Mackie (Coleman Harris), Mireille Enos (Connie O’Mara).

· Ficha de la película

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Trailer (español)

Gangster Squad (Brigada de élite) tiene un error de base, o más bien una atrevida y gamberra insensatez de forma y fondo de referencia que resulta fácil condenar a ojos del analista de género más curtido. Y es que el cachondo de Fleischer construye a su modo un parque temático para homenajear a aquel cine negro de gánsteres y policías amorales. Y para hacerlo usa una estrategia -respaldada con la inclusión de elementos modernos del comic, los videojuegos o la novela gráfica- muy parecida a la quefuncionó con bastante aceptación en su debut:la divertida Bienvenidos a Zombieland. La diferencia es que el subgénero zombi ha sido ya tan prostituido a estas alturas que ha generado cierta inmunidad y aceptación a sus constantes relecturas. Pero más reticentes y estudiados con lupa son los acercamientos a un tipo de cine de regusto noir que tiene entre algunos de sus mayores exponentes contemporáneos a dos películas demasiado respetadascomo son Los intocables de Eliot Ness o L.A. Confidential. Historias de crimen y corrupción que destapan la cara más sucia de una ciudad de sueños y oportunidades como Los Ángeles, donde los actores quieren convertirse en estrellas durante el día, y los tipos como Mickey Cohen (Sean Penn) tejen una red criminal en las sombras para hacerse con el control de la ciudad por la noche.

Gangster Squad (Brigada de élite) sitúa su contexto histórico en la década de los 40-50 y se inspira en los artículos escritos por el periodista Paul Liberman para Los Ángeles Times en 2008 sobre la historia real de este escuadrónjusticiero en lucha contra el crimen organizado. Un grupo de policíasque actúan de espaldas a la ley liderados por John O’Mara, agente de LAPD (Departamento de Policía de Los Ángeles), interpretado por JoshBrolin, que se sitúa en el opuesto más hierático de su enemigo Mickey Cohen, un chanante Penn que aún y bordeando la caricatura ofrece la más destacable actuación de un elenco lo suficientemente atractivo para suscitar la atención del público.En su línea se encuentrauna pareja de seductores en pleno epicentro de la actualidad del cine estadounidense, Ryan Gosling y Emma Stone. El primero irradia carisma en un papel que le sienta casi tan bien como el traje, descarado y bebedor, no apto para hormonas sensibles; y ella, sexy y dulce como pocas, pero enun personaje con menos contenido que un huevo Kinder sin sorpresa. Se suman al desfile, entre otros,un casi irreconocible y también olvidable Nick Nolte, Giovanni Ribisi como el cerebro del grupo, un Robert Patrick westerniano y Michael Peña, que justo ese día pasaba por la zona.

Gangster Squad (Brigada de élite) es a Bienvenidos a Zombielandy a Fleischer, lo que Arma Fatal a Zombies Party y a Edgard Wright. Salvando muy mucho las distancias, claro. Así como el británico le puso su marca paródica al terror paraextenderlo después al género policíaco, o del mismo modo que Tarantino se ha quitado la espinita de dejar su sello en un spaguetti western con Django desencadenado, Fleischer –un tipo que, recordemos, se ha movido básicamente en elmundo de la comedia hasta ahora- hizo lo propio con los zombis y ahora con los gánsteres. Vuelvo a hacer hincapié en lo de: salvando mucho las distancias. Por si acaso. Que os conozco.
Y es que precisamente, la única y mejor manera de disfrutar de este pastiche de tópicos y lugares comunes del género (qué gustico da usar esta expresión) y un tono que no acaba de decidirse entre la comedia y el drama criminal, es filtrarlo por el colador del entretenimiento y alejarlo de referentes que no le hacen ningún bien.Es entre palomitas dulces donde fluyen los tiroteos y los baños de sangre que mantienen la tensión y el pulso haciendo lo posible por obviar o reducirel daño de escenas superfluas de construcción de personajes. Porque ya los conocemos, les hemos visto antes y llevaban la cara de Russell Crowe, Andy García, Kevin Costner o Robert DeNiro. Gangster Squad (Brigada de élite) no es el tipo de película que pretende elaborar un discurso crudo y potente sobre una ciudad consumida en la criminalidad y la amoralidad de un sistema policíaco deficiente y corruptivo. Los hechos están ahí, pero aquí hemos venido a pasarlo bien, ya nos preocuparemos y nos echaremos las manos a la cabeza en otro momento u otra película.
Aquí todo es más exagerado y llevado al trazo cómico, con una apariencia mucho más estilizada que las películas que toma de referentes, como si Zack Snyder se hubiera pasado a saludar por el rodaje. No puede haber quejas en la recreación de escenarios, ambientación y vestuario de la época, cuidados al detalle. Fleischer, al igual que en Bienvenidos a Zombieland, hace uso de alguna extravagancia como los ralentís, o se recrea en tiroteos con flashes y en la exposición de la violencia,y no tiene ningún reparo en manchar el set de sangre. En definitiva, tiene más fallos que una escopeta de feria, pero hay que disfrutarla por sus aciertos más que lamentarse por sus carencias. Verla venir y redirigirla hacia el lado lúdico. Si quieres ver Los intocables de Eliot Ness, ponte el Blu-Ray en casa y tómate un Nestea con unos taquitos de queso manchego.