CRITICA – ‘El Caballero Oscuro: La leyenda renace’: El resurgimiento del héroe

Estreno en España: 20 de Julio de 2012.

Han pasado ocho años desde que Batman (Christian Bale) desapareciera en la oscuridad, convirtiéndose, en ese instante, de héroe en fugitivo. Al asumir la culpa por la muerte de D.A. Harvey Dent, el Caballero Oscuro lo sacrificó todo por lo que considera, al igual que el Comisario Gordon (Gary Oldman), un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent.
Pero todo cambia con la llegada de una astuta gata ladrona (Anne Hathaway), que lleva a cabo un misterioso plan. Sin embargo, es mucho más peligrosa la aparición en escena de Bane (Tom Hardy), un terrorista enmascarado cuyos despiadados planes para la ciudad hacen que Bruce regrese de su autoimpuesto exilio. Pero a pesar de volver a ponerse el traje, es posible que Batman no sea suficiente para combatir a Bane.

Director: Christopher Nolan
Reparto: Christian Bale (Bruce Wayne/Batman), Tom Hardy (Bane), Gary Oldman (James Gordon), Morgan Freeman (Lucius Fox), Michael Caine (Alfred), Marion Cotillard (Miranda Tate), Joseph Gordon-Levitt (John Blake), Daniel Sunjata (agente de operaciones especiales), Josh Pence (joven Ra’s Al Ghul), Anne Hathaway (Selina Kyle/Catwoman), Diego Klattenhoff (policía novato), Nestor Carbonell (alcalde de Gotham City), Juno Temple (Holly Robinson).

· Ficha de la película

Trailer 1 (V.O.) Trailer 1 (español) Prólogo 6 minutos (V.O.) Trailer 2 (V.O.)
Trailer 2 (español) Trailer 3 (V.O.) Trailer 4 (V.O.) Trailer 5 (V.O.) Trailer final (español)

Términos como esperanza, coraje o venganza son los que conforman los pilares sobre los que se sustenta esta obra, que resulta monumental en muchos de sus aspectos y que cierra una trilogía que roza la perfección. El Caballero Oscuro: La leyenda renace, ha sido concebida no solo como parte de un todo, sino como muestrario independiente de un estado de apatía y ensimismamiento tremendo en la población, consecuencias de unas décadas dominadas por el miedo y la manipulación, bajo la tiranía de un poder que les ha ido poco a poco despojando de todo atisbo de libertad.

Mientras tanto, la película nos muestra el intento por resurgir a un Bruce Wayne que ha perdido la esperanza, emocionalmente tocado y que, con el alma partida y las heridas todavía latiendo, se recluye en su mansión sin importarle (en apariencia) si el mundo ya se ha parado o sigue girando a su alrededor. La película tiene el regusto de los tiempos que corren, porque en toda ella impera una tristeza, un desencanto hacia las cosas, del que se desprende una necesidad imperiosa de poner todo el empeño posible para renacer con fuerza y seguir hacia delante. No resulta fácil crear un buen cierre tras la obra maestra que supuso la anterior entrega, pero es un final que sabe a despedida, que deja las cosas en su sitio y emocionado y satisfecho al espectador.
Christopher Nolan ha construido un filme que no solo es técnicamente impresionante sino que cuenta además con unos cuantos giros argumentales sorprendentes, una acción que a ratos corta la respiración (ya desde ese emocionante prólogo en el avión), donde cada persecución resulta trepidante y un casting que lo borda, con un plantel de secundarios que son tratados con la misma importancia que el personaje principal, aunque se sienta que Marion Cotillard podría haber estado muchísimo más aprovechada. Pero ahí tenemos para compensar a una fantástica e imprescindible Anne Hathaway, como una ladrona que siempre se mueve entre dos mundos, motivada por unos intereses personales que son el resultado de un simple instinto de supervivencia y donde la capacidad de la actriz para cambiar de registro (de mujer fatal a niña asustada) es espectacular. O a Joseph Gordon-Levitt, como policía convertido en el otro corazón y héroe de la historia.

Los “pequeños” papeles secundarios de Morgan Freeman, Gary Oldman y Michael Caine dan grandeza a todo el conjunto y la parte más emotiva de la trama se la lleva el siempre fiel Alfred. El villano de la función (y sobran las comparaciones con el Joker), es un enorme Bane que impone, que llega a ser estremecedor y que tiene una potente presencia física y una crueldad en sus actos que asusta de verdad, además de una historia rodeada de misterio sobre la que construir el personaje, siendo la única pega que esta trama flojee algo en la parte final de la cinta. En cuanto a Christian Bale, el actor sigue dando peso y el tono perfecto a Bruce Wayne, un hombre derrotado, sin apenas fuerza, víctima de un guion que, muy acertadamente, no hace más que ponerle en la cuerda floja una y otra vez.
El libreto de los hermanos Nolan (que en su base no deja de ser la clásica historia de héroes y villanos) también suma puntos con alguna frase brillante, con ecos a la crisis financiera, en las escenas ambientadas en la Bolsa o en muchas de las conversaciones que mantienen CatWoman y Wayne. Y así, mientras tenemos a Batman fuera de combate y Gotham se erige como baluarte de la paz (aunque ésta sea la paz de los dormidos), sin delincuencia aparente rondando sus calles y congratulándose una y otra vez de sus logros, Bane prepara en las cloacas la gran batalla final, el apocalipsis de la ciudad, porque sabe que no hay nada mejor que una sociedad ahogada (aunque sea pacíficamente) para intentar montar el caos más absoluto.
A pesar de las grandes expectativas que se han creado alrededor de este capítulo final y de una trama central que ya no resulta tan original (e incluso recuerda a algún pasaje de la segunda entrega), El Caballero Oscuro: La leyenda renace no decepciona en absoluto y se convierte en un eficaz cierre para la saga, a la altura de lo que cabía esperar. Una propuesta ambiciosa, con unos 30 minutos finales taquicárdicos, en los que Nolan consigue que esperemos que ocurra casi cualquier cosa y con los que finiquita la trilogía sobre el hombre murciélago de forma acertada y sin olvidar la carga de emotividad y sentimiento que se merece. Es el fin de una era, de una forma de entender al personaje y a los ciudadanos de Gotham. Y si se convierte en el taquillazo del verano, será justificadamente.