CRITICA – ‘Blancanieves (Mirror, Mirror)’: Y el desmadre llegó al Reino

Estreno en España: 23 de Marzo de 2012.

Nueva vuelta de tuerca al clásico de Blancanieves. La película intentará evitar la historia tradicional en favor de una narración más moderna llena de comedia y aventuras. En esta ocasión la película comenzará con la malvada madrastra de Blancanieves matando a su padre y destruyendo su reino. Blancanieves entonces reunirá a una pandilla de siete valientes enanitos para reclamar lo que es suyo.

Director: Tarsem Singh
Reparto: Julia Roberts, Lily Collins, Armie Hammer, Sean Bean, Nathan Lane, Mare Winningham, Michael Lerner, Robert Emms, Martin Klebba, Danny Woodburn, Mark Povinelli, Joe Gnoffo, Jordan Prentice.

· Ficha de la película

Trailer 1 (V.O.) Trailer 1 (español) Trailer 2 (V.O.) Trailer final (español)

Hay pocas cosas que le sienten mejor a una película que las bajas expectativas sobre ella, no esperarte nada o muy poco como espectador y que se convierta en una sorpresa en forma de excesivo cuento de hadas, que uniendo todos los elementos típicos del género (ahí tenemos a la princesa, al príncipe, la madrastra y una pandilla de enanos) consigue construir una fábula extraordinaria algo más oscura de lo que imaginábamos, visualmente impresionante y, lo que resulta ser lo mejor de todo, tan descabellada y divertida que hará las delicias de cualquiera dispuesto a disfrutar de una entretenidísima comedia, porque si algo tiene la versión del cuento de los hermanos Grimm de Tarsem Singh es que nos hace llorar, pero de la risa.

El director ha decidido montar un jolgorio digno de la comedia más absurda y desmadrar así a todos sus personajes, desde una maliciosa y soberbia madrastra a la que da vida una excelente Julia Roberts que nos sacará más de una carcajada, pasando por un gracioso Armie Hammer que no se queda atrás interpretando al príncipe, ambos con algún que otro momentazo a lo que hay que sumar sus escenas juntos que son, simplemente, la bomba y hasta llegar a ese elenco de indisciplinados y geniales enanos quienes habitan en una mini cabaña en el bosque y que son ligeramente diferentes a lo que el imaginario colectivo recuerda de la entrañable versión de la Blancanieves de Disney, película a la que se dedican varios guiños cargados de mala leche. El papel de Blancanieves se lo lleva una encantadora Lilly Collins que le da el toque dulce y romántico a la cinta, pero quien también tiene mucho que decir y que, con un poco de ayuda, tomará las riendas de sus destino y el del resto de empobrecidos habitantes del reino. Tampoco podemos olvidarnos de un divertido Nathan Lane como ayudante de la reina, porque en esta película, cada personaje tiene algún momento glorioso.

Tras Immortals, Tarsem Singh firma esta nueva versión del cuento clásico y hay que aplaudirle por querer ofrecernos, con los elementos de siempre, algo diferente gracias a un ocurrente guión e inundando su película de excesos tanto en los personajes como en los suntuosos decorados y vestuario, con diálogos punzantes, socarrones y un humor estrafalario e irónico en una cinta que, sobre todo, se ríe de si misma. No es una película para los más pequeños de la casa, aunque algunos de ellos la disfrutarán sin duda, sino un divertimento para los adultos, atestado de magia, color e imaginación a raudales. La originalidad de la propuesta también es otro punto a favor, desde su animada secuencia de inicio con la que se nos muestran los orígenes de la historia narrados (acertadamente) desde el punto de vista de la malvada madrastra, hasta algunos detalles como el baile de disfraces que la hacen, simplemente, única.
Blancanieves (Mirrro, Mirror) es una diversión sin fin, una cinta que le da una vuelta de tuerca al cuento clásico y en la que todos sus elementos combinan a la perfección, consiguiendo una fantástica mezcla entre comedia desbocada y fábula de fantasía, con una inspirada imaginería, personajes encantadoramente excéntricos y con un final, qué final, con el que saldremos del cine con una sonrisa de oreja a oreja y, lo que es más importante, con ganas de volver a verla.