CRITICA – ‘La deuda’: Cuando la obligación es más fuerte que el miedo

Estreno en España: 8 de Septiembre de 2011.

Rachel Singer, es una antigua agente del Mossad encargada de capturar y llevar ante la justicia a un conocido criminal nazi, el Cirujano de Birkenau, en una misión secreta israelí que terminó con su muerte en las calles de Berlín Este. Ahora, 30 años después, un hombre afirma que el médico ha vuelto a aparecer. Así que Rachel tiene que volver a Europa del Este para descubrir la verdad. Se siente abrumada por los recuerdos de lo que vivieron tanto ella como sus compañeros del Mossad hace 30 años. Así que esta heroína, que sigue siendo popular, deberá revivir el trauma de aquellos acontecimientos y saldar una cuenta pendiente.

Director: John Madden
Reparto: Sam Worthington, Helen Mirren, Tom Wilkinson, Jessica Chastain, Ciaran Hinds, Marton Csokas, Jesper Christensen, Romi Aboulafia, Nitzan Sharron, Alexander E. Fennon.

· Ficha de la película

Trailer (V.O.) Trailer (español)

Tiene La Deuda una característica espléndida dentro de su ya de por sí buena construcción narrativa, y es conseguir que nos creamos que a pesar de los 30 años que separan una línea temporal de otra, los personajes adultos siguen atrapados en aquel Berlín de 1965, haciéndonos capaces de identificarles a través de unas miradas y gestos casi idénticos a los que muestran los actores que les representan en su juventud. Y si alguna diferencia les marca, es que en su etapa madura se les adivina una pátina de dureza y decepción de la que carecían anteriormente, aunque la mezcla de rabia y miedo sigue estando a flor de piel en los dos casos.
De esta manera, la narración no lineal es uno de los muchos aciertos de este thriller que tiene mucho de espionaje pero mucho más de drama psicológico, y que nos lleva y nos trae de forma convincente desde los años 60, cuando los tres jóvenes agentes del Mossad e hijos de los campos de concentración, se embarcan en una misión en la Alemania dividida, hasta 1997, donde los tres adultos y retirados agentes, ya son héroes nacionales para Israel.
La película además, plantea un tema interesante dentro del atractivo contexto socio-político en el que se enmarca, y es el de los dilemas morales que tienen los protagonistas, acrecentados por las provocaciones a las que son sometidos y que van sembrando poco a poco la desconfianza y las diferencias entre ellos.

La mejor parte del film es, con seguridad, la correspondiente a la fase de los tres agentes durante su misión en Berlín y, su estancia en el piso en el que conviven es simplemente fascinante. Buena parte del mérito en este sentido se lo lleva el inmejorable reparto, con un Marton Csokas (Stephan) que se disfraza de hombre sin escrúpulos para tapar su desesperación; un Sam Worthington (David) que sorprende, logrando mostrar en algunas ocasiones lo atormentado que está su personaje; y la gran joya de la película y descubrimiento de la temporada (que llega con una cantidad colosal de proyectos bajo el brazo), una Jessica Chastain (Rachel) que resplandece y está perfecta, en un papel que se mueve entre la vulnerabilidad y la dureza, exhibiendo un cóctel de emociones que van desde el odio y la valentía hasta el desasosiego y el dolor, y que se come la pantalla con unas expresiones que no necesitan ningún diálogo. En el caso de los actores veteranos, nada se les puede reprochar a unos perfectos Tom Wilkinson y Helen Mirren, pero el gran peso emocional de la cinta se lo llevan los actores jóvenes, con unos personajes muy bien escritos, complicados y sensiblemente dañados.
Mención aparte merece la maravillosa interpretación de Jesper Christensen como criminal de guerra nazi, totalmente creíble en su papel y que se convierte en la peor pesadilla de los tres protagonistas, sacando a flote sus mayores debilidades y miserias y destrozándoles por dentro sin compasión, con un par de escenas en las que comparte enfrentamiento con Jessica Chastain y Sam Worthington realmente memorables y que clavarán al espectador en la butaca.
Gran trabajo del director John Madden con el uso de la historia, ofreciendo pequeños detalles que van mostrando al espectador las piezas del entramado, para crear así el suspense del que precisa una trama como ésta, y ello sin contar con grandes escenas de acción, siendo además una cinta muy entretenida durante las casi dos horas que dura y en la que el lenguaje no verbal es sumamente importante.

La buena puesta en escena del Berlín bajo gestión soviética, por la que pasean los personajes de Chastain y Worthington, es otro punto a favor, mostrándola como una ciudad con una atmósfera fría, gris y apagada, entroncando muy bien con el halo de tristeza que desprenden ambos personajes. Los dos actores tienen además una química impresionante y sin apenas conocerse conectan con la primera mirada que cruzan.
El último tramo de la película, sin embargo, no está a la altura del resto del conjunto, quizás empañado porque la fuerza que desprende la historia individual no se corresponde del todo con la resolución global, disparada por la angustia de los agentes retirados, pero cuya conclusión no intriga ni mantiene el interés lo suficiente.
Pero pese a estos defectos poco notables, La Deuda es un electrizante thriller de espionaje muy bien contado, con escenas de alta tensión dramática y unas grandísimas interpretaciones que, sin duda, merece la pena ser visto.

Lo mejor: El emocionante duelo interpretativo entre Jesper Christensen y Jessica Chastain.
Lo peor: Baja la guardia durante los últimos minutos.