Roberto es un publicista en paro que queda atrapado en un accidente de manera que nadie se pone de acuerdo en la manera de rescatarlo. Una situación absurda y dramática que llama la atención de los medios de comunicación, que convierten la tragedia en un espectáculo. En semejante tesitura, Roberto decide sacar partido y vender la exclusiva para solucionar los problemas económicos de su familia para siempre.
Director: Álex de la Iglesia
Reparto: Salma Hayek, José Mota, Santiago Segura, Carolina Bang, Blanca Portillo, Nerea Camacho, Fernando Tejero, Guillermo Toledo, Juanjo Puigcorbé, Juan Luis Galiardo, Manuel Tallafé.
Alma en venta
La chispa de la vida es, en parte, un drama lleno de tensión y emotividad pero, también, una comedia muy negra. La conjunción de estas dos facetas no es tarea sencilla y para conseguirlo se caricaturizan y exageran personajes y situaciones. En algunos casos se hace con muy buenos resultados, en otros (como ése director del canal “Antena 5” rodeado de chicas ligeritas de ropa), no se consigue el tono adecuado. Además la crítica social y económica se realiza de una manera demasiado explícita. Aunque ello no la invalide, el espectador podría haber llegado a las mismas conclusiones sin necesidad de que, por ejemplo, el personaje que interpreta José Mota hiciera un discurso en que pone a caer de un burro a los bancos, aunque seguro que se quedó muy a gusto. La elección del cómico José Mota sorprendió a muchos, aunque está justificada por la necesidad de un actor que tenga una buena gestualidad facial, dado que, durante casi toda la película, el protagonista está ensartado en un hierro y no puede moverse.
Además Mota hace una gran interpretación y demuestra que es capaz de ir más allá de la comedia pura y dura. Pero el ex Cruz y Raya no es el único actor al que solemos ver en la pequeña pantalla que aparece en el film. Una dura arquitecta Blanca Portillo, un doctor Antonio Garrido y un Fernando Tejero que ejerce de representante maquiavélico, alejándose mucho de los papeles en que solemos verle, son tan sólo algunos de los miembros de este amplio reparto en el que la internacional Salma Hayek ejerce de guinda del pastel. Todos ellos están al servicio de una dura crítica al circo de la televisión que encuentra en un anfiteatro romano su escenario perfecto.
Es un film cambiante que empieza a modo de comedia absurda, pero que gira hacia una vertiente muy negra y dramática. Es tan sorprendente y particular que probablemente generará opiniones confrontadas. Puede que encante a algunos y que otros la odien, pero no dejará a nadie indiferente.
Lo mejor: Esos cambios de tono que la hacen saltar de la comedia negra al drama.
Lo peor: Algunos personajes y situaciones excesivamente caricaturizadas.
Nota: 7,5
Crítica escrita por: Elena Zafra