CRITICA – ‘Moneyball: Rompiendo las reglas’: El homerun de Billy Beane

Estreno en España: 3 de Febrero de 2012.

Billy Beane (Brad Pitt) es el director general de un equipo de béisbol de Oakland, que logra mantenerse en los primeros lugares de su división y llegar a la post-temporada durante varios años seguidos, a pesar de contar con uno de los presupuestos más bajos de todas las Grandes Ligas, gracias sobre todo, a los complejos análisis estadísticos que realizaba Billy para confeccionar la plantilla más adecuada para su equipo de béisbol.

Director: Bennett Miller
Reparto: Brad Pitt (Billy Beane), Jonah Hill (Peter Brand), Philip Seymour Hoffman (Art Howe), Robin Wright (Sharon), Chris Pratt (Scott Hatteberg), Kathryn Morris (Tara Beane), Glenn Morshower (Hopkins), Tammy Blanchard (Elizabeth Hatteberg), Kerris Dorsey (Casey Beane), Stephen Bishop (David Justice).

· Ficha de la película

Trailer 1 (V.O.) Trailer 2 (V.O.) Trailer 3 (V.O.) Trailer (español)

Los guiones de Aaron Sorkin suelen ser sinónimo de calidad y agudeza indiscutible y tenemos ejemplos de ello tanto en la televisión, con la aclamada ‘El Ala Oeste de la Casa Blanca’, como en cine con el magnífico libreto que firmó para ‘La Red Social’. En Moneyball: Rompiendo las reglas, coescribe en colaboración con Steven Zailian adaptando el libro de Michael Lewis de mimo título y nos introduce en el mundo del béisbol profesional a través de un personaje que vivía el deporte más allá de lo que le reportara económicamente y que creía firmemente en la posibilidad de utilizar otros métodos para formar un buen equipo, sin necesidad de gastarse millones de dólares para conseguirlo.

Billy Beane, ex jugador de las ligas mayores reconvertido en manager de los Athletics de Oakland, es un tipo que intenta con todas sus fuerzas hacer triunfar a un equipo humilde en comparación con sus grandes competidores, como los Yankees de Nueva York o los Red Sox de Boston, utilizando otras estrategias que no dependan del billete verde. Su amor hacia este deporte, que antaño supuso una oportunidad de oro en su vida, le hace contratar a un joven economista que propone nuevas e innovadoras técnicas basadas en las estadísticas de los jugadores (conocido como Sabermetría) y a través de fórmulas matemáticas, encontrar a los mejores entre los rechazados por los grandes equipos. La película no se hace ni mucho menos densa para aquellos que no hayan visto un palo de beisbol en su vida, más bien le ocurre lo que a la televisiva ‘Friday Night Lights’ (incluso la banda sonora recordará un poco a la serie), ambos ejemplos van más allá del deporte, la importancia no radica simplemente en el juego, sino en la lucha y empeño de personas que creen por encima de todo en lo que están construyendo.

Brad Pitt realiza un trabajo impecable como gerente del equipo dedicado en cuerpo y alma al deporte, sobre el que el meritorio guión nos da pequeños destellos de una vida privada para la que nunca ha tenido el tiempo suficiente y, sobre todo, de un pasado que marca sin duda todas sus decisiones, con algún detalle sobre cómo vive los partidos que no se resolverá hasta el final, componiendo una subtrama sin excesos que acerca el personaje al público. Y el desencadenante de sus acciones no es otro que aquello que suele ocurrir en casi todos los juegos: la marcha de buenos jugadores a grandes equipos que les compran por cantidades de dinero atronadoras. Le acompañan en su periplo un Jonah Hill tímido y simpático con el que hace un buen tándem y otros secundarios de la talla de Philip Seymour Hoffman que interpreta la otra cara del negocio del deporte y al que le costará aceptar los nuevos métodos de Beane.
Más allá del interés o la falta de él que se pueda tener hacia el béisbol, la importancia de la película radica en la lucha del protagonista por cambiar las cosas, en ese David contra Goliat empeñado en llevar a sus Athtletics a los playoffs, con lo que revolucionó en parte a la Liga Americana, edificando un equipo basándose en otros activos que no fueran el dinero, que ha repercutido en el mundo del béisbol posteriormente y los triunfos que consiguió para su equipo dejándose la piel en una misión que a priori no le deparaba un futuro esperanzador.
A pesar de parecer una historia mil veces vista, Moneyball: Rompiendo las reglas nos retrata a un hombre que luchó por conseguir lo imposible empujado por su gran amor y tremendo compromiso hacia el deporte, en la que Brad Pitt se deja el corazón, que cuenta con la gran ventaja de tener un guión brillante, unas actuaciones más que solventes y una preciosa escena final y que ejemplifica cómo ganar o perder no es lo importante, sino creer realmente en lo que haces.