CRITICA – ‘La mujer de negro’: Terror de espíritu clásico

Estreno en España: 17 de Febrero de 2012.

Un joven abogado llamado Arthur Kipps (Daniel Radcliffe) es enviado a un remoto rincón del Reino Unido para poner en orden los papeles de un cliente recientemente fallecido. Mientras trabaja solo en una vieja y apartada casa, Kipps empieza a descubrir trágicos secretos. Su inquietud aumenta cuando descubre que el pueblo está siendo víctima del fantasma de una mujer desdeñada que busca venganza.

Director: James Watkins
Reparto: Daniel Radcliffe (Arthur Kipps), Ciarán Hinds (Sr. Daily), Janet McTeer (Sra. Daily), David Burke, Shaun Dooley (Fisher), Alisa Khazanova (Alice drablow), Sidney Johnston (Nicholas Daily), Alexia Osborne (ictoria Hardy), Mary Stockley (Sra. Fisher), Aoife Doherty (Lucy Jerome).

· Ficha de la película

Teaser trailer (V.O.) Trailer 1 (V.O.) Trailer 2 (V.O.) Trailer 1 (español) Trailer final (español)

Daniel Radcliffe deja atrás su periodo como mago residente en Hogwarts para adentrarse en la madurez interpretativa y demostrar que haber estado al servicio de la hechicería durante 10 años no le ha condenado para siempre como actor. Y lo hace visitando una casa encantada en una película de espíritus como las de antes, no en vano es producción de la mítica (y resucitada) Hammer Films, que volvió a la vida en 2010 de la mano del remake americano de la cinta sueca Déjame Entrar, pero que hacía más de 40 años que había abandonado el género de terror con tintes góticos. En consecuencia, la película nos retrotrae una y otra vez a aquella época, llena de films en los que los espectros y monstruos eran los grandes protagonistas de un cine de miedo del que han bebido muchas obras del género en años venideros.

Sin embargo, al igual que muchas películas han cogido el testigo de aquellas historias y las han trasladado a nuestros días dándoles una cierta originalidad en sus narraciones y planteando unos personajes psicológicamente dañados o al borde de la locura en las que también hay fantasmagóricas presencias que atormentan a sus protagonistas, en el caso de La Mujer de Negro, se queda a las puertas de construir una historia interesante, y lamentablemente, se conforma con aportar una ambientación que sí consigue poner los pelos de punta. No se le puede negar este activo a la película, porque la atmósfera está muy lograda, con una mansión que parece sacada de una atracción de terror, llena de trucos, figuras, sombras y espíritus por todas partes, así como unas secuencias con la cara de Radcliffe en primer plano, a las que el director sabe dar la tensión adecuada, que nos hacen temer la aparición por detrás de algún ente maligno en cualquier momento. Pero la historia es pobre en su fondo, y lo que comienza de manera pausada pero intrigante, introduciendo un misterio que una vez descubierto no tiene tanto interés como parecía, a medida que avanza la película nos vamos dando cuenta de la simpleza de un argumento en el que a pesar de la buena interpretación de Radcliffe, no ocurre casi nada y que cuenta con un guión lleno de clichés y demasiado previsible. Y es que este es otro de sus problemas, su previsibilidad, y no estamos hablando de los esperables sustos, sino del hecho de que no es muy difícil imaginar cuales son las intenciones de la mujer del título y qué es lo que está haciendo, aspecto que solo se sale de esta tendencia en la resolución final.

La cinta tampoco cuenta con unos secundarios que puedan sustentar la trama, aparte de la aparición de Ciaran Hinds y Janet McTeer, el resto de personajes son insustanciales y están formados por un grupo de vecinos que se oponen a la presencia del protagonista, lo que se supone servirá para aumentar el misterio, ya que parecen guardar un terrible secreto y son todo murmullos y miradas furtivas.
A su favor se puede decir que la casa es sumamente amenazadora y la vuelta al espíritu gótico de las viejas historias de fantasmas está muy conseguida. Y cuenta con un sinfín de elementos para ello, desde un espíritu aterrador hasta las siempre inquietantes muñecas de porcelana y contiene una escena dentro de una habitación que sin duda es lo mejor de toda la película junto con su sobrecogedor arranque. Además, todos los paisajes resultan bastante escalofriantes, como los pantanos que rodean la casa a la que solo se puede acceder cuando baja la marea, que consiguen aumentar la sensación de miedo a quedarse allí atrapado.
En La Mujer de Negro, el director James Watkins y la guionista Jane Goldman, adaptando una novela de Susan Hill, han jugado todas sus cartas a recrear una atmósfera estremecedora que recuerda a mil y un cuentos de terror en los que aparecen fantasmas y niños, donde lo mejor es su ambientación, el actor protagonista y el honor que le hace a los clásicos del género, pero que patina en una historia demasiado sencilla para los tiempos que corren.