Hugo (Asa Butterfield) es un niño huérfano que vive una vida secreta entre las paredes de una estación de trenes de París. Cuando Hugo se encuentra con una máquina rota, una excéntrica niña (Chloe Moretz) y el frío y reservado hombre encargado de una juguetería, se ve envuelto en una aventura mágica y misteriosa que puede poner en riesgo todos sus secretos.
Director: Martin Scorsese
Reparto: Chloe Moretz (Isabelle), Asa Butterfield (Hugo Cabret), Christopher Lee (Sr. Labisse), Jude Law (Padre de Hugo), Helen McCrory (Mama Jeanne), Richard Griffiths, Sacha Baron Cohen (Inspector estación), Johnny Depp (M. Rouleau), Ben Kingsley (Papa Georges), Emily Mortimer (Lisette).
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La verdadera magia del cine
La película, además, tiene de todo: un misterio, el nacimiento de una amistad, un malo lleno de cómica torpeza, una ambientación de lujo en la estación de tren de Gare Montparnasse desde la que nos llega el olor a café y croissants recién hechos, y la imagen de una ciudad bañada por los atardeceres rojos o llenos de copos de nieve que se deslizan mientras a lo lejos brillan las luces de la Torre Eiffel y, sobre todo, una bella carta de amor al cine dedicada también a todos aquellos que saben los grandes sueños que se pueden vivir a través de él. Por tanto, La invención de Hugo es una película hecha con sumo cuidado y cariño para todos los que aprecian el séptimo arte, dirigida por un veterano director al que, a priori, muy pocos imaginaban llevando a la gran pantalla la adaptación de un libro de la literatura juvenil obra de Brian Selznick, porque ¿qué hace el director de Uno de los Nuestros o Taxi Driver dirigiendo un cuento infantil? Una vez vista es fácil comprenderlo.
La imaginería de la cinta suma puntos ayudada por una impecable fotografía de suaves texturas y por el sobresaliente 3D, por el que por una vez merece la pena pagar y que ayuda a enriquecer la imagen y no al contrario, haciéndola si cabe más llena de vida y con un resplandor especial. La historia de Hugo también convence y con él intentaremos desvelar el enigma planteado escondidos en el reloj de la estación mientras nos vamos familiarizando con los habitantes de su reducido mundo, desde la florista, encarnada por Emily Mortimer o la dueña del café, pasando por el librero Christopher Lee o por el vigilante al que da vida Sacha Baron Cohen y llegando al propietario de la tienda de juguetes de cuerda, interpretado por un Ben Kingsley que le aporta aires de profunda nostalgia a un personaje clave en la historia. También la amistad del protagonista con Isabelle, a la que da vida Chloe G. Moretz resulta tierna y emotiva y ambos actores están estupendos, destacando sobre todo a Asa Butterfield que con esa mirada azul es capaz de descomponer a cualquiera, mientras se empeña en hacer relucir algo que lleva mucho tiempo criando polvo injustamente en un armario.
Porque Hugo también es una película sobre el olvido, el de aquellas cosas que una vez resplandecieron con luz propia, en los albores de la creación de un arte que desde entonces es una fuente inagotable de ideas y sueños y es en su homenaje al artista abandonado donde la película se vuelve más honesta, donde adquiere la profundidad necesaria para hablar de un pasado que miraba con ilusión al futuro.
Lo grandioso de esta película es que nos ofrece un enigma que va más allá de lo que nunca hubiéramos podido imaginar, que de repente y sin haberlo augurado nos traslada a un lugar en el que no esperábamos acabar y es entonces cuando la cinta se convierte en algo más, en algo que hay que vivir con el corazón cinéfilo en la mano. La invención de Hugo es, por tanto, un cuento lleno de cariño hacia el séptimo arte, donde no faltan la nostalgia, la emoción ante el descubrimiento, el misterio y la aventura. No es una superproducción al uso, está llena de magia e historia y además es visualmente bellísima. Como espectadores nos embarcaremos en un viaje inolvidable, el por qué es tan especial tendréis que descubrirlo por vosotros mismos.
Lo mejor: Su perfecto y entrañable homenaje al cine.
Lo peor: Alguna escena en la que Hugo escapa del vigilante de la estación.
Nota: 8,5
Crítica escrita por: Bea Varela
¡Qué ganas de verla!
Vi la pelicula, y te deja con esa sensación de haber visto una película entrañable, llena de sentimientos agradables!
Curiosa visión. Sugiero ver películas como The Neverending Story (1984), The Dark Crystal (1982) o Labyrinth (1986) en relación a películas de fantasiá y aventura para niños o toda la familia; en cuanto a homenaje al cine, está Cinema Paradiso (1988).
Es probable que todo lo que señalas sea cierto, en lo referente a homenaje al cine, pero son valoraciones externas a la película: la historia no emociona en lo absoluto (es hasta por momentos aburrida). Las bellas escenas, los homenajes, las referencias en sí, no hacen una película. Es la historia que ella cuenta y la propia vitalidad lo que la convierte en memorable.
Scorsese es un amante y apasionado del cine, sin duda, pero él no amó el cine por homenajes o películas que hacían homenaje a otras cuando era un niño; lo amó por largometrajes que hacían volar su imaginación y que solo buscaban llevarlo a un mundo de sueños y fantasía. Hugo anuncia todo eso, pero nunca lo logra hacer. Tiene la fría y falsa emotividad de otras tantas películas infantiles de los últimos años.
Entiendo y respeto la emoción que ha generado esta película; pero no es lo que se anunciaba. Parece una didáctica clase comercial de cine. Y tal vez ese sea su único mérito. La mejor parte: Buster Keaton en los breves segundos que apareció; los niños lo celebran y ríen (y seguramente en ese momento disfrutan el cine como tal). Pero es cuestión de gustos.
Saludos,
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Hola Fatman, a mi particularmente su homenaje al cine sí me convenció y es la parte de la película que más me emocionó y no esperaba que tanto, me sorprendió gratamente.
En cuanto a las películas que mencionas al principio, estoy de acuerdo contigo en que son clásicos imprescindibles del cine de fantasía y también de mi infancia, pero por ese mismo motivo me es muy difícil compararlas con Hugo en esos términos porque siempre saldrían ganando, dando por hecho además que el cine juvenil de los 80 se quedó en los 80 y es único e irrepetible. Así que la puedo comparar con otras cintas del estilo del cine actual y en ese sentido para mi es una película muy notable.
Gracias a todos por pasaros a comentar!
Sin duda es cuestión de gustos. Eso es lo bonito del cine, nos regala fantasía y sueños, y siempre habrá una película para cada espectador.
Hugo tiene muy buenas críticas y a mucha gente le ha gustado; y sin embargo, por una extraña razón no pude conectarme con el filme como lo describes. Y créeme que me hubiese encantado.
Gracias por responder a mi comentario. 🙂
La quiero veeeer… Aunque lo tengo bastante complicado porque el único cine de Portsmouth está muy lejos y el buses son tan caros… ¡Tengo que hacer algo para verla!
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