CRITICA – ‘Luces rojas’: Analizando lo inexplicable

Estreno en España: 2 de Marzo de 2012.

Dos investigadores de fraudes paranormales, la veterana doctora Margaret Matheson (Sigourney Weaver) y su joven ayudante Tom Buckley (Cillian Murphy), estudian los más diversos fenómenos metapsíquicos con la intención de demostrar su origen fraudulento. Simon Silver (Robert De Niro), legendario psíquico, tal vez el dotado más célebre de todos los tiempos, reaparece después de treinta años de enigmática ausencia para convertirse en el mayor desafío mundial para la Ciencia ortodoxa y los escépticos profesionales. Tom comienza a desarrollar una densa obsesión por Silver, cuyo magnetismo se refuerza de forma peligrosa con cada nueva manifestación de oscuros fenómenos inexplicables.

Director: Rodrigo Cortés
Reparto: Robert De Niro (Simon Silver), Sigourney Weaver (Margaret Matheson), Cillian Murphy (Tom Buckley), Toby Jones (Dr. Shackleton), Elizabeth Olsen (Sally Owen), Joely Richardson (Monica Handsen), Burn Gorman (Benedict Cohen), Karen David (Dana), Garrick Hagon (Howard McColm).

· Ficha de la película

Teaser trailer (V.O.) Teaser trailer (español) Trailer final (español)

Hace dos años, Rodrigo Cortés deslumbró demostrando su talento con la estupenda Buried (Enterrado), en un ejercicio de tensión perfectamente conseguida que ponía al espectador al límite de su resistencia durante sus 90 minutos de duración y gracias a un guión lleno de recursos utilizados de forma muy inteligente sorprendió a propios y extraños con una película que le abrió las puertas del mercado internacional de la mejor manera posible.

En Luces Rojas aprovecha bien la oportunidad y de forma admirable consigue juntar un casting formado por dos grandes de la interpretación como Sigourney Weaver y Robert DeNiro, acompañados de un excelente Cillian Murphy, Toby Jones y de una casi recién llegada (pero con algún que otro film ya a considerar bajo el brazo), Elizabeth Olsen. Y con este reparto, Cortés logra enganchar a través sobre todo de una atmósfera rodeada de misterio y de las escenas que comparten el dúo protagonista, donde destaca la interesante relación que establecen Margaret y Tom, dos profesores universitarios unidos por unas fuertes convicciones, que se dedican a investigar supuestos fenómenos fuera de lo común en un intento por demostrar a sus alumnos la parte más racional de los presuntos misterios sobrenaturales. La trama, por tanto, es atractiva, plagada de conversaciones sobre la mente, la física o la psicología y en este sentido, Cortés es ambicioso en su propuesta y construye una película con una buena factura, un gran elenco, una formidable ambientación y una destacable banda sonora acompañando los momentos de tensión de manera adecuada. Pero es en el desarrollo de su propio enigma donde más falla la cinta, con un guión que se apoya demasiado en una gran cantidad de recursos para contar finalmente algo más simple de lo que aparentaba en un principio y que se queda a las puertas de construir una historia más consistente, de esas en las que todo encaja a la perfección y te dejan sin respiración cuando se acercan a su final.

Aun así, la primera hora resulta bastante interesante, y nos vamos metiendo en el mundo de los fenómenos paranormales, la física y la parapsicología de la mano de los personajes de Weaver y Murphy, sentando las bases de una investigación en la que los supuestos psíquicos se las tendrán que ver con estos dos investigadores. Sin embargo, y a pesar de este comienzo prometedor e inquietante, la película va perdiendo por el camino cierto aliciente, como si diera la sensación de que se pretende mostrar algo más de lo que en verdad ocurre y hay una intensidad en todos sus elementos que no se corresponde con lo que está pasando en realidad, quizás fruto del juego mental que Cortés quiere establecer con el público donde realmente por momentos consigue que no sepamos si creer o no creer, pero en su conjunto se convierte en algo que no termina de funcionar, en una mezcla de trama y personajes interesantes pero donde también nos encontramos algunas partes que se alargan e incluso escenas que no aportan lo suficiente para darle coherencia al relato.
En su intento por sorprender y descolocar al espectador Luces Rojas se convierte en un film que pretende, con una serie de piruetas, construir una trama que parece más de lo que realmente es y aunque éstas son necesarias para no descubrir su verdadero significado no termina de cuajar durante una gran parte de la película y así, en su último tramo, donde las cartas son finalmente reveladas no satisface todo lo que esperábamos, dejándonos sin duda, con ganas de más.