CRITICA – ‘Sin tregua (End of Watch)’: Dos policías en el punto de mira

Dos jóvenes policías de Los Ángeles, Taylor (Jake Gyllenhaal) y Zavala (Michael Peña), se dedican a patrullar en las calles más humildes del sur de la ciudad. Sus vidas se pondrán en peligro después de confiscar un alijo de dinero y armas de un cártel de la droga, durante un control de tráfico.
 

Director: David Ayer
Reparto: Jake Gyllenhaal (Brian Taylor), Michael Peña (Mike Zavala), Anna Kendrick (Janet), Frank Grillo (Sarge), America Ferrera (Orozco), Natalie Martinez (Gabby), David Harbour (Van Hauser), Cle Shaheed Sloan (Sr. Tre), Jaime FitzSimons (Capitán Reese), Cody Horn (Davis).

Todo parece indicar que David Ayer tenía dos propósitos a cumplir con este film: crear una historia de acción policíaca atractiva para el gran público y dotar al género de cierto realismo incluyendo cámaras de video caseras. El director estadounidense cumple sin lugar a dudas el primer objetivo, pero no es capaz de conseguir la sensación de autenticidad que tanto buscaba.
Desde aquél El proyecto de la bruja de Blair (1999) han sido muchas las películas que han utilizado cámaras de mano con las que, en teoría, gravaban los propios personajes. Pero no se habían incorporado a films policíacos, como sucede en este caso. Las principales ventajas de este tipo de grabación es que, obviamente, resulta mucho más realista y barato pero tiene como desventaja que la imagen puede ser algo mareante y temblorosa y que se pierden muchos ángulos de grabación y planos que podrían ser interesantes. Por lo visto, David Ayer, temía estos inconvenientes y no se atrevió a rodar sólo con este método.

Uno de los dos protagonistas, al que da vida JakeGyllenhaal, es un policía cinéfilo que se dedica a grabar sus patrullas junto a su compañero, Michael Peña. Hasta ahí bien, pero el policía parece disponer de una cantidad ingente de cámaras de todo tipo que sitúa en miles de ángulos e incluso hay algunas que no están justificadas por la trama. Por ello pierde esa sensación de realismo que era lo que haría original a la película.
A pesar de ello, se ha de admitir que el film realmente intenta crear sensación de autenticidad lográndolo en mayor o menor grado según la escena ya que incorpora una sensación de cotidianidady muestra un vínculo creíble entre los dos protagonistas pero éste no siempre es igual de efectivo. Además cuenta con una Anna Kendrick que interpreta a una correcta novia de Gyllenhaal.
Nos encontramos ante una clara buddy-copmovieo, en cristiano, una película en que la relación de amistad entre dos policías es el eje sobre el que vertebra la trama. En este caso son dos agentes que trabajan en Los Ángeles y que se enfrentan a los miembros de un cártel de drogas hispano que los acabará incluyendo en su lista negra.
Uno de los puntos débiles del film es, que, a pesar de ser trepidante en algunas escenas, en otras pierde fuelle. Este es el caso de las conversaciones que mantienen los agentes en el coche patrulla, que a veces son graciosas pero que a menudo se alargan hasta volverse tediosas. También se le podría recriminar que ensalza en exceso a la policía norte-americana y que los miembros del cártel son bastante arquetípicos. A pesar de ello, la película es entretenida y tiene momentos que atraparán y gustarán a los amantes del género policíaco y de acción.