CRITICA – ‘Gru 2: Mi villano favorito’: Minions Dollar Babies

Estreno en España: 3 de Julio de 2013. 

Segunda entrega de ‘Gru: Mi villano favorito’.

 

Directores: Pierre Coffin y Chris Renaud
Doblaje original: Steve Carell, Jason Segel, Miranda Cosgrove, Elsie Fisher, Dana Gaier.

Ficha de la película

Teaser trailer (V.O.) Trailer )V.O.) Trailer 1 (español) Trailer 2 (español)

Coffin y Renaud, directores de la primera entrega del villano convertido a padre forzoso, y responsables también de esta previsible secuela, explotan sin reparo la comicidad de sus pequeños bichos amarillos hasta el punto de convertirles en las estrellas de una serie de sketches que bien podrían funcionar ajenos a la trama principal de la película. Su simple y encantador diseño colorido, expresividad y lenguaje críptico universal capta, por un lado, la atención de los más pequeños (son reclamo redondo para merchandising); y al mismo tiempo provocan la carcajada del adulto con sus versiones de actos cotidianos, recreaciones de cultura popular, guiños y homenajes cinéfilos (Alien, Gremlins…) y un irresistible carácter torpe e ingenuo.

Esa justa medida entre las pinceladas de humor blanco para adultos y la diversión infantil se traslada también al resto de película, que parte de un cine de espías y acaba convirtiéndose en una comedia romántica salpicada siempre por la base simbólica que atraviesa ambas entregas: la familia.
La historia de Gru 2: Mi villano favorito surge como evolución natural del final de su predecesora y acierta en no repetir la fórmula y esquema de aquella, sino en expandir su propio universo. Desgraciadamente, si algo hay que reprocharle a esta secuela es un guión disperso que no logra cohesionar acción y romance. Tras un primer acto magnífico en el que conocemos a Lucy en una trepidante secuencia con un diseño de 3D brillante, se sucede una sensación constante de batiburrillo con varias tramas abiertas sin un claro objetivo. Así como el fin de la luna tenía un peso específico en la primera, aquí nos encontramos con una Liga Antivillanos, una historia de amor, un antiguo malhechor enmascarado, un padre irritado por el primer enamoramiento de su hija… Mucho ruido y poca prioridad. A su favor, no obstante, destaquemos un diseño de producción entre lo gótico, pop y tecnológico cuidado al detalle a caballo entre Paris y Los Ángeles como uno de sus muchos méritos.

La constante y clave de esta historia de villanos malhumorados conmovidos por la fuerza del cariño sigue siendo la relación entre Gru y las tres niñas. Asentada en esta secuela ya como una familia de verdad, las pequeñas ceden protagonismo a la búsqueda del amor adulto (y adolescente). Lo único que falta en la vida de Gru, ahora que ha descubierto el poder del amor paternal, es una pareja que le complemente. Clásico y políticamente correcto planteamiento que sirve para añadir un nuevo personaje, Lucy, que comparte con Gru los momentos de más acción en su paradójica lucha contra el mal. Una incorporación fresca y divertidísima que no dudo que gane enteros con la voz de Kristen Wiig, pero que a manos del doblaje de Patricia Conde es un auténtico desastre.
Gru 2: Mi villano favorito es más divertida que la primera pero conserva el factor humano entrañable que no llega nunca a empalagar con exceso de sentimentalismo. Fluyen casi sin querer diálogos y situaciones para goce del público adulto mientras los más pequeños disfrutan de las travesuras de los minions a ritmo de YMCA, Pitbull, David Guetta o Pharrell Williams. Huid de las altas temperaturas y entrad al cine a tomar un mojito con los monigotes amarillos. Lo agradeceréis.